El acuerdo fue signado en Ginebra Suiza, ciudad sede de las Naciones Unidas en Europa para proteger la biodiversidad del país
México firmó memorando para promover la implementación eficaz del Convenio sobre Diversidad Biológica y su Protocolo de la ONU, el instrumento abrirá la posibilidad de que este país sea sede de un centro internacional sobre información ambiental en la región latinoamericana.
El acuerdo fue rubricado en Ginebra, Suiza, ciudad sede de las Naciones Unidas en Europa, en donde participó como representante de México el titular de la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Medio Ambiente, José Manuel Bulas.
En un discurso, Bulas estimó que “con la firma de este documento se fortalecerá la relación de cooperación y el compromiso que mi país ha tenido históricamente con los objetivos del convenio y con la secretaría” que lo promueve.
“Para México (uno de los cinco países más ricos del mundo en este rubro) se abre una posibilidad de convertirse en sede de un centro de capacitación dirigido desde América Latina, donde la información y los intercambios de experiencias serán de gran valía”, subrayó.
Además, el convenio convirtió a México en el primer país latinoamericano en adherirse al nuevo instrumento del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).
Bulas precisó que con la organización de actividades de creación de capacidades y educación, enfocadas a asuntos políticos, técnicos y científicos relevantes, México buscará “sumarse a la tarea de impulsar la instrumentación del Convenio sobre Diversidad Biológica”.
Justificó la importancia del convenio por “el hecho de que México es uno de los cinco países que poseen la mayor diversidad biológica, que significa que nuestro territorio es privilegiado en cuanto a los tipos de ecosistemas, el número y la variación genética de las especies”.
El funcionario, quien representó al secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, José Luis Luege, leyó el discurso ante el secretario Ejecutivo del Convenio sobre Diversidad Biológica, Ahmed Djoghlaf.
En el acto de este miércoles se encontraba también la directora del Museo de Historia Natural y del Museo de Historia de la Ciencia de Ginebra, Suiza, Danielle Decrouez.
Bulas reiteró el compromiso para cumplir con las metas fijadas para 2010, y enfocando los esfuerzos para garantizar la conservación de la megadiversidad, con una estrategia de desarrollo sustentable y con la integración y participación de los diversos sectores de la sociedad.
Subrayó que México “ha realizado importantes avances en la implementación del convenio a nivel nacional”.
“En cuanto a la conservación de los ecosistemas y su biodiversidad, la Comisión de Áreas Naturales Protegidas de México ha cuadruplicado su presupuesto en los últimos cinco años”, destacó.
El funcionario apuntó las mejoras en los últimos años en los servicios ambientales, el sistema de detección temprana de incendios y el aumento a más de 40 millones de hectáreas de la superficie que se encuentra bajo esquemas de conservación y de aprovechamiento sustentable.
Apuntó que México considera fundamental que el convenio avance en el desarrollo de un régimen internacional que dé certidumbre, y reconozca al certificado de legal procedencia como eje central del régimen.
Además, dijo, la firma de este convenio internacional debe garantizar “las condiciones para que haya una distribución efectiva de los beneficios derivados”.
El nuevo instrumento firmado este miércoles en Ginebra es un memorando de entendimiento para promover el desarrollo eficaz del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB).
El CDB es uno de los textos de la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992. Este acuerdo mundial destaca que la conservación de la diversidad biológica es una preocupación común de la humanidad y parte integral del desarrollo sostenible.
Se trata de un acuerdo único que incluye todos los aspectos de la diversidad biológica, recursos genéticos, especies y ecosistemas y su objetivo es la conservación de la diversidad biológica.
Además de la utilización sostenible de sus componentes y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos.
Fuente: El Financiero
