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¿Qué hay detrás del aceite de palma?

No todo se dice sobre el aceite de palma. Tiene un lado perjudicial para la salud y para el medio ambiente

El aceite de palma es el producto del cultivo comercial en plantaciones más extenso del mundo, que se utiliza en alimentos procesados, en muchos productos cosméticos y en productos de limpieza. Esta industria del aceite de palma, sin embargo, se ha asociado con problemas para nuestra salud y con consecuencias graves para el medio ambiente.

Hoy nos disponemos a explicar exactamente qué es el aceite de palma, de dónde viene y cómo el cultivo a gran escala contribuye considerablemente a la deforestación, la destrucción de hábitats naturales y por lo tanto, a la extinción de especies de animales y plantas, el cambio climático e incluso al abuso de los derechos humanos en el desarrollo de las plantaciones de la palma de aceite. Concluiremos ofreciendo consejos sobre cómo podemos evitar el consumo de productos que lleven el aceite de palma, por el bien de nuestra salud y nuestro planeta.

¿Qué es el aceite de palma y la palma de aceite?

El aceite de palma se deriva de la palma de aceite (clasificación científica: Elaeis guineensis), que es el fruto del árbol de palma de aceite africano. Aunque es nativo de África Occidental, se cultiva en los climas tropicales del resto de África, el norte y el sur de América y Asia, principalmente en Indonesia y Malasia de donde sale el 85 por ciento del total del aceite de palma.

La industria del aceite de palma

Los productores de los alimentos procesados recurren al aceite de palma por dos razones fundamentalmente:

1) Se trata de una grasa que a temperatura ambiente se mantiene sólida. Es muy útil para dar textura cremosa a muchos de los alimentos procesados. Por lo tanto, un buen sustituto de las grasas hidrogenadas (aceites que se hidrogenan para convertirlos en grasas sólidas). Las grasas hidrogenadas se convierten en grasas trans, las cuales se sabe con seguridad que son nocivas, aumentando el colesterol, el riesgo de diabetes y de cardiopatías. Puesto que el aceite de palma no contiene estas grasas trans, se trata de una alternativa atractiva para los productores de alimentos.

2) Es muy resistente a la oxidación, es decir, no se pone rancio fácilmente.

En total, se producen 50 millones de toneladas de aceite de palma cada año, lo cual provee del 30 por ciento del aceite vegetal del mundo. Esta cantidad es tan tremenda no sólo porque el aceite de palma es muy versátil, sino también porque permite un cultivo muy lucrativo ya que estas cosechas producen cantidades mayores que otras fuentes de aceite y, por ejemplo, la producción del aceite de palma es 30 por ciento más barata que la del aceite de soya.

El aceite de palma se utiliza cada vez más en alimentos procesados y en cosmética, sustituyendo a los aceites de oliva, soya o canola. Por lo tanto, se puede encontrar el aceite de palma en productos alimenticios tales como la margarinas, sopas, salsas, galletas y en la pastelería; además de en champús, maquillaje, pasta de dientes, jabones, detergentes y en agentes de limpieza.

La producción, el consumo y el comercio del aceite de palma se han disparado desde la década de 1970. Solamente entre 1997 y 2001, la producción creció un 31 por ciento, el consumo creció un 34 por ciento y la exportación global aumentó el 43 por ciento y las cifras seguirán creciendo debido a la demanda incesante.

El aceite de palma y nuestra salud

Hay controversia acerca del efecto del aceite de palma sobre el perfil lipídico en nuestro organismo y sobre el colesterol. Tradicionalmente se ha considerado nocivo por su alto contenido en grasa saturada y por lo tanto asociado a enfermedades cardiovasculares.

Actualmente se sabe que si bien el aceite de palma tiene una proporción elevada del ácido graso saturado llamado ácido palmítico (alrededor del 50 por ciento), se trata de un ácido graso saturado de cadena larga, de 16 carbonos. Los ácidos grasos saturados de cadena corta son los que tienen efecto hipercolesterolemiante, pero el aceite de palma no contiene ácidos de cadena corta. El otro 50 por ciento de ácidos grasos del aceite de palma son ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, no problemáticos para nuestra salud.

Otro punto a favor del aceite de palma, es que contiene carotenoides (antioxidantes que le dan el color rojizo) y elevado índice de vitamina E (más específicamente tocotrienoles, protectores de la piel y salud ocular).

Su punto de humeo elevado, lo convierte en una buena opción para frituras y salteados, si bien siempre recomendaremos un aceite de oliva virgen extra de la mejor calidad, con una excelente proporción de ácidos grasos monoinsaturados.

En conclusión y según las últimas investigaciones, entendemos que el aceite de palma es un problema cuando se hidrogena o forma parte de grasas hidrogenadas o grasas trans (como la margarina), o bien cuando procede de cultivos no respetuosos con el medio ambiente.

Extraído de Ecoticias.com

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