Fue localizado en La Rinconada de la Sierra, región ubicada al oeste de Salamanca
Salamanca, España.— El fósil de trilobite más antiguo del mundo fue localizado en La Rinconada de la Sierra, región ubicada al oeste de Salamanca, por una expedición de paleontólogos de diferentes universidades españolas.
Con una antigüedad de al menos 520 millones de años, esta especie de invertebrado, perteneciente a la era Paleozoica, fue hallado gracias al trabajo de varios geólogos, entre ellos el paleontólogo Eladio Griñán y el profesor de Geología de la Universidad de Valencia Rodolfo Gozalo, quien detalló la relevancia del descubrimiento.
Para este proyecto, los investigadores se han ubicado en el periodo denominado Cámbrico, el primero de la era Primaria, que data de entre 570 millones y 500 millones de años de antigüedad.
Uno de los lugares más propicios para la investigación de este periodo es la llamada Sierra de Francia, ya que en diferentes pueblos de la zona existen laderas de montaña muy erosionadas donde incluso se pueden contemplar fósiles originados desde tiempos remotos.
Gracias al geólogo salmantino Carlos García Figuerola, en La Rinconada de la Sierra se conoce desde 1972 la posible existencia de este tipo de fósiles, debido a los pliegues estructurales del terreno.
“En La Rinconada se encuentra uno de los mejores cortes para analizar el Cámbrico”, según Rodolfo Gozalo, ya que en estos pueblos se localiza la denominada “Arenisca de Tamames”, una clase de roca que hace pensar en la existencia de este tipo de fósiles.
Hasta antes del descubrimiento, este tipo de trilobites, sólo se podían ver en Siberia, Marruecos y en una zona fronteriza entre Estados Unidos y México.
Aprovechando el corte de una carretera construida hace más de una década, el equipo de paleontólogos decidió iniciar una serie de prospecciones sobre unas formaciones situadas a dos kilómetros de La Rinconada. “Después de un día entero picando descubrimos el fósil de unos 520 millones de años”, dijo el científico.
Ahora, el fósil de trilobite está depositado en el Museo de la Universidad de Zaragoza y en las próximas semanas se ofrecerán todo tipo de explicaciones de este hallazgo en una publicación científica.
