En Campeche existen 4 mil 379 especies de flora y fauna registradas, de las que 232 están consideradas en riesgo
Teorema Ambiental/Redacción
La flota petrolera de la empresa Oceanografía, encallada en aguas del Golfo de México, frente a las costas de Campeche, ha generado una de las alertas ecológicas más importantes del país, contra dos de los hábitats críticos del Área Protegida de Flora y Fauna de Laguna de Términos (APFFLT).
Desde febrero de 2016 a enero de este año, cinco embarcaciones propiedad de la empresa Oceanografía quedaron varadas y su deterioro continuo ha puesto en riesgo ambiental los ecosistemas de manglar y de pasto marino de la zona y ha afectado la reproducción de múltiples especies costeras y marinas, como el camarón, la jaiba, el manatí y una población de casi 400 delfines, así como los sitios de anidación de especies de aves, como la cigüeña jabirú, que están en estatus de protección.
De no ser remolcados de la zona, los barcos Titán II, Caballo Azteca, Caballo de Trabajo, Caballo Eclipse y Zafiro Endeavor, valuados en su conjunto en casi tres mil millones de pesos, podrían generar un impacto ecológico en una de las zonas de mayor biodiversidad del país. Siendo una bomba de tiempo lista para verter contaminantes en todo el litoral.
Al día de hoy existen denuncias presentadas ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por delitos contra el medio ambiente que se respaldan en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección del Medio Ambiente y Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.
“Por desgracia ninguna acción se ha tomado aún por las autoridades competentes para remolcar estas embarcaciones antes de que generen daños irreparables al ecosistema”, lamentó la organización en un comunicado.
El biólogo José Hernández Nava, director del APFFLT, urgió a que los barcos sean retirados, “para evitar el daño ambiental” en esa zona que, explica, “es un área muy importante a escala nacional en cuestiones de biodiversidad”.
“Mientras que Amado Yáñez propietario de Oceanografía no se hace responsable por los daños causados, el riesgo de esas embarcaciones para el medio ambiente aumenta, muestra de ello es la embarcación de 77 metros de eslora, Caballo Eclipse, encalló y se hundió en enero, al no contar con combustible, ni energía suficiente para enfrentar las mareas ocasionadas por un frente frío”.
Organizaciones ambientalistas como Marea Azul, universidades y especialistas piden se tome acción por las autoridades federales competentes y lograr que la Secretaria de Marina pueda remover los barcos.
En declaración Lourdes Rodríguez comentó: “En 30 años de actividad petrolera, y desde que se decretó la zona como área natural protegida no habíamos tenido un riesgo tan grave para esta reserva, como representan hoy esos cinco barcos.”
