Con esta acción, México envía una señal de congruencia y solidez en su política exterior, al ser uno de los primeros países en firmar, sumándose a Brasil, Colombia, Yemen y Argelia
Adriana Estrada
Ciudad de México.— Las comunidades rurales y ejidos que son propietarios de 80 por ciento del territorio nacional serán los principales beneficiarios del Protocolo de Nagoya que México firmó en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York.
En conferencia de prensa, posterior a la firma, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quesada, explicó que el Protocolo de Nagoya ofrecerá mayor seguridad jurídica y transparencia tanto a los proveedores como a los usuarios de recursos genéticos, dado que evitará la biopiratería y uso indebido de los recursos.
Aclaró que el Protocolo no es retroactivo y de existir compensaciones a países o comunidades que han visto utilizados sus conocimientos y extraídos sus recursos genéticos, serían acciones de buena voluntad por parte de las empresas o naciones que han obtenido beneficios por esto.
Comentó que esta situación cambia con la existencia del Protocolo, el cual indica que al momento que un promovente solicita a un gobierno o comunidad el poder extraer una planta u otro recurso genético, el permiso que se le conceda conlleva diversas acciones de compensación que no sólo serían en el rubro económico, sino en acciones que podrían ser catalogadas de pago de servicios de conservación.
Exhortó al resto de los países del mundo, especialmente a los megadiversos, a convalidar este documento para convertirlo en ley internacional, lo cual requiere la ratificación de 50 naciones.
Con esta acción, México envía una señal de congruencia y solidez en su política exterior, al ser uno de los primeros países en firmar, sumándose a Brasil, Colombia, Yemen y Argelia. De acuerdo con algunas estimaciones, 70 por ciento de la biodiversidad del planeta se localiza en alrededor de 15 países, distribuidos en América, Asia, Oceanía y África.
Por su parte, Rodolfo Ogarrio, representante de organizaciones no gubernamentales (ONG), dijo que el compromiso no sólo será implementar el Protocolo, sino también difundir su aplicación. Sostuvo que para las ONG y para la sociedad civil es importante haber sido incluidos en todo el proceso de la firma, que tendrá repercusiones significativas tanto en lo monetario como en la protección de la biodiversidad.
Fuente: Teorema Ambiental
