La zona de la biosfera de la mariposa monarca ubicada en los límites del Estado de México y Michoacán, empezó a recibir a millones de ejemplares que anualmente viajan de Canadá a nuestro país para pasar el invierno. Se espera que este año el número supere 200 millones.
El delegado de Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Francisco Luna Contreras, y autoridades municipales de Ocampo y Angangueo, en Michoacán, informaron que empezó el arribo de millones de lepidópteros. Anunciaron también que los santuarios se abrirán al público el 25 de noviembre.
Los de Sierra Chincua —municipio en Angangueo— y El Rosario —en Ocampo— estarán abiertos al público a finales de este mes. Luna Contreras resaltó que el gobierno del estado, policías federales preventivos y la Profepa aplicaron desde enero de este año el operativo Cero Tolerancia para detener la tala clandestina que daña los santuarios.
Para las comunidades mazahuas y otomíes del oriente de la entidad, la llegada de las mariposas significa el retorno de las almas de los niños que han muerto, comentó el representante de la comunidad de Serrato, Sabino Martín Reyes, tras señalar que les preocupa que siga el saqueo de los bosques, aumente la población y tengan que hacer uso de la tierra para poder sobrevivir, lo que sin duda pone en riesgo la hibernación de las mariposas.
Óscar Contreras, presidente de la Fundación para la Conservación de la Monarca (Fonacom) calculó que de los 500 millones de mariposas que salen de Canadá cada octubre y noviembre, llegan a los bosques mexicanos sólo 300 millones y 200 millones se pierden o mueren en el trayecto de cinco mil kilómetros. Estiman que las que llegarán este año se instalarán en unas 56,200 hectáreas de bosque.
El presidente de la Funacom mencionó que desgraciadamente existen lugares donde la depredación ha sido tal, que la monarca tiene que buscar un nuevo hábitat para el invierno.
Fuente: La Jornada
