Con la aparición de una ballena muerta frente a las costas de Sonora el 17 de enero, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) decretó estado de alerta en la dependencia y notificó que la Secretaría de Marina se incorporará a las tareas de investigación sobre el deceso del mamífero. Asimismo, informó que se realizarán inspecciones aéreas en el mar de Cortés.
De acuerdo con Jorge Urvan, científico de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, la aparición de cuerpos de diversas especies marinas en las costas del golfo de California —en últimas fechas ha sido constante la muerte de ballenas, delfines y tortugas— no representa un riesgo para el hábitat marino ni para el ecosistema de la zona.
Según la Profepa, con el de ayer suman ya tres los hallazgos de cadáveres de cetáceos reportados por la población en las últimas 96 horas, de los cuales, dos corresponden a las costas de Sinaloa y uno, el de ayer, a la de Altata, en las afueras de bahía de Kino, Sonora.
La dependencia aclaró que las ballenas fueron halladas en estado de descomposición mar afuera, excepto un ballenato, y las muestras —pudieron extraerse sólo de un cetáceo— fueron trasladadas ayer mismo a laboratorios de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional en la ciudad de México.
Jorge Urvan afirmó que es normal que en esta temporada aparezcan mamíferos marinos muertos, si se trata de decesos naturales. Dijo que según sus investigaciones, la zona prioritaria de conservación y estancia de ballenas es la región de las grandes islas (Ángel de la Guarda, Tiburón y San Esteva) de la parte norte del golfo de California, donde residen 600 ejemplares.
Fuente: La Jornada
