Especialistas proponen agregar al recibo de agua información sobre el nivel de calidad de ésta para fomentar el consumo de la llave. En Estados Unidos se recibe por ley un reporte al respecto.
Si quieren lograr que los mexicanos tomen el líquido directo de la llave con plena confianza, las autoridades deben incluir en el talón de pago un reporte sobre las características de lo que van a consumir, señala el funcionario estadounidense. Urge a modificar la cultura en el uso de recursos hidráulicos, tanto en México como en Estados Unidos.
Para que los mexicanos acepten beber agua de la llave como propone la autoridad en la materia, es recomendable que antes ésta les informe sobre la calidad del líquido que les está entregando, comentó Joel Corona, asesor de la oficina de Agua en la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés).
Señaló que en su caso, desde finales de la década pasada, los usuarios de su país reciben por ley con su talón de pago, un reporte al respecto y, por tanto, es común que la gente tenga confianza en tomar agua del grifo.
Corona expuso que (a diferencia de lo que pasa en México), son varias veces al año cuando se hace llegar a los ciudadanos estadounidenses la hoja de información con la calidad del agua que se les entrega y —a modo de recomendación a las autoridades de la Comisión Nacional del Agua— comentó que es importante que ofrezcan más información a los usuarios, si quieren aplicar en agosto próximo, su campaña para que los habitantes de este país beban el agua de la llave.
En entrevista, el funcionario habló también de la problemática que esa potencia mundial enfrenta por la escasez del agua potable.
Dijo que hay crisis de agua en varios estados por el crecimiento poblacional y la infraestructura caduca, que le origina pérdidas millonarias por fugas.
Indicó que para atender esta amenaza, se está trabajando en varias vertientes, particularmente al cambio de cultura, pero no se descarta el incremento de las tarifas de pago.
Ya hay problemas en Estados Unidos y México, alertó, pero va a haber más si no modificamos la cultura de uso del líquido que, en disponibilidad, ya es poco.
“Tenemos que invertir en tecnología para eficientar su uso, los gobiernos están gastando pero no es suficiente, y si es necesario que participe la iniciativa privada y aumenten las cuotas, tendrá que hacerse, pero ésta es decisión de las autoridades locales que la administran”, aclaró.
Al referirse al tema del cambio de cultura entre los estadounidenses, para que no desperdicien el recurso, indicó que no hay rechazo y el proyecto implica la concienciación de la gente para que sustituya sus inodoros y cierre las llaves del lavabo mientras se cepilla los dientes, hasta labores de convencimiento para que habitantes del semidesierto retiren el césped de sus jardines y planten cactáceas y especies originarias.
“Eso ya ocurre en El Paso, Texas”, aseguró en su momento Matthew Witosky, encargado de la agenda ambiental de la embajada de Estados Unidos en México, quien añadió que esos espacios verdes implican la utilización de mucha agua que no se tiene en esas zonas áridas.
Y agregó: “Estamos promoviendo que se hagan jardines de vegetación natural, que se conserve el ecosistema, pero la labor de convencimiento se hace poco a poco, porque va a costar dinero cambiar toda la infraestructura.”
Corona comentó que otra de las acciones que se están impulsando en la Unión Americana es un programa de etiquetamiento en los productos, cuya elaboración requirió del uso eficiente del agua.
“Planeamos hacer un reconocimiento a las empresas y hacer que los consumidores den prioridad a la compra de ese tipo de productos.”
Dijo que también se están dando incentivos a los consumidores que adquieren electrodomésticos y equipos que ahorran agua.
A esos ciudadanos —expuso— se les ofrecen apoyos adicionales que se integran en sus recibos de pago y, además, la gente ve los beneficios porque si ahorra agua, paga menos.
El funcionario precisó que, en promedio, un ciudadano de ese país consume 573 litros de agua por día (los mexicanos 300 litros al día) y, de mantenerse esos niveles, en tres décadas habrá crisis en 30 de los 50 estados que integran Estados Unidos.
Sostuvo que si toda la gente usara de manera eficiente el agua en Estados Unidos, el país podría ahorrar unos 15 mil millones de litros al año.
Recordó que México enfrenta la misma situación, y que también en 30 años, el país padecerá una crisis de sustentabilidad, si se toma en cuenta que más de la mitad del territorio nacional tiene problemas de abastecimiento del vital líquido, de acuerdo con estadísticas de la Comisión Nacional del Agua.
El asesor en eficiencia y costo del agua de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos comentó que si bien el tema de las tarifas es básico para afrontar el problema de capitalización y de renovación de la infraestructura hídrica, es importante que pague más quien consume más, pero aclaró que esto no es responsabilidad de la Federación, sino de las entidades que administran el recurso.
Invitado para participar en reuniones con autoridades del agua en nuestro país e instituciones educativas en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente y el Día de la Tierra, Joel Corona, integrante del equipo de eficiencia del agua en la agencia ambiental estadounidense expuso que la alternativa está en impulsar financiamientos a largo plazo, porque el cambio de la infraestructura implica inversiones muy altas y la promoción de nueva tecnología, finalizó.
Fuente: El Universal
