El abasto de agua ha sido un problema porque se desperdicia casi el 40% del líquido en fugas en los sistemas de distribución
México, D. F.— La ciudad de México es una urbe que experimenta contradicciones en su desarrollo urbano producto de los cambios constantes en su crecimiento natural que careció históricamente de un concepto ordenado y planeación correcta.
A lo largo de la historia de la ciudad se han acumulado infinidad de hechos que se han reflejado en sus construcciones y en la forma de convivir de sus habitantes. Por ello, el crecimiento poblacional explosivo en la década de los setenta del siglo pasado y el desmantelamiento industrial de los ochenta son algunos hechos que han ido cambiando la vocación de la ciudad a una de servicios en la actualidad.
Actualmente tiene una población de casi nueve millones de habitantes en la ciudad y alrededor de 20 millones en su zona urbana, donde uno de los temas prioritarios es el abasto de agua potable, el cual representa un grave problema pues no es suficiente para toda la población.
El abasto ha sido un problema porque se desperdicia casi el 40 por ciento del líquido en fugas en los sistemas de distribución, la falta de una conciencia para el ahorro del agua ha llevado a suministrar el líquido por tandeos en las zonas más pobres de la ciudad. Sin embargo, el consumo de agua no ha sido disminuido y se ha puesto poca atención a la necesidad de reciclar las aguas servidas, pues en la actualidad sólo se le da tratamiento al 5 por ciento del agua que se consume, cuando se debería reciclar casi el 60 por ciento.
Otros de sus conflictos son la seguridad, la movilidad urbana, la educación y el medio ambiente. Todos ellos relacionados entre sí y que en conjunto representan la calidad de vida de los habitantes de una ciudad; muchas capitales del mundo clasifican sus estándares de calidad por los servicios que proporcionan a sus habitantes.
Por ello, entre las recomendaciones que se pueden establecer en el orden urbano están: Reorganizar el uso del suelo; crear una ciudad policéntrica; reciclar edificios en zonas centrales y en corredores urbanos; reforma de la estructura de transporte público y recuperar la supremacía de las normas y reglamentos urbanos.
