Ante la ausencia de lluvia en la entidad, la única fuente de agua es subterránea, sin embargo, la recarga de los mantos acuíferos es insuficiente, esto impide que las autoridades garanticen el abastecimiento de agua potable y la distribución equitativa.
El promedio de precipitación en el país ronda los 700 milímetros, en BCS apenas alcanza 200. Sólo en los meses fuertes de la temporada de huracanes (julio, agosto y septiembre) esta cifra se eleva.
Esto ha ocasionado que siete de los 39 acuíferos existentes en el estado hayan sido afectados y se encuentren sobreexplotados según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Pese a ser la entidad menos poblada de México, con alrededor de 500 mil habitantes, los problemas de abastecimiento de agua se han incrementado en la última década por la explosión demográfica derivada del auge turístico.
A esto se suman las condiciones de aridez de la península y la infraestructura hidráulica caduca, además de la demanda del servicio cada vez mayor y la contaminación del agua en varios de los pozos del estado.
La delegación de Conagua en BCS refiere que si bien el estado tiene una cobertura de 97 por ciento en el servicio de agua potable y alrededor de 80 por ciento en alcantarillado, la eficiencia global de los organismos operadores del servicio es apenas de 50 por ciento.
Fuente: El Universal
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