Agua

Limpian parcialmente presas por falta de recursos

Por falta de recursos, no se desazolvan todas las presas de la ciudad de México, y las que someten a ese proceso son saneadas de manera parcial, reconocieron funcionarios de Drenaje Profundo.

Este año, desazolvaron ocho de las 17 presas que hay en la ciudad y en cada una de ellas se extrajo sólo una parte de los desperdicios que tienen, explicó personal de la Dirección de Construcción y Operación Hidráulica, del Sistema de Aguas de la Ciudad de México.

“La temporada de desazolve es de enero a mayo, entonces las presas que entran a concurso para retirar el azolve se dan por licitación y según el volumen asignado a cada presa es lo que se saca.

“No se desazolvan al 100 por ciento. Si aquí (Presa Anzaldo) se requiere por ejemplo retirar 50 mil metros cúbicos y nada más dan para 25 mil, eso es lo que se retira. Por la falta de recursos”, admitió Valente González, jefe técnico de Drenaje Profundo.

Para llevar a cabo el desazolve de las presas, añadió por su parte Juan Manuel Anguiano, jefe de la Unidad Departamental de Drenaje Profundo, se hace una valoración de cada una de ellas y con base en eso se determina cuáles son las que requieren más la labor de saneamiento.

“Las presas se programan en base al techo presupuestal que se tiene. Aquí todo es falta de recursos. Porque hay demasiado material para sacarlo, lo que no hay son recursos.

“De lo que sacamos en el programa de desazolve, se requieren a lo mejor tres veces más, pero equivaldría también al triple de lo que se presupuestó, que fue de alrededor de 40 millones de pesos”, abundó Anguiano.

En Anzaldo, ejemplificaron, se tenía programado retirar nueve mil metros cúbicos de azolve, pero al final se extrajeron menos de ocho mil metros cúbicos. En total, en las ocho presas saneadas, se retiraron alrededor de 80 mil metros cúbicos de azolve.

Lo que más persiste dentro de las presas, explicaron los entrevistados, son botellas de PET, bolsas de plástico, llantas, madera y piedra caliza, pero también llegan a encontrar sillones, colchones, estufas, tanques estacionarios y otros artículos más voluminosos.

“El gobierno debería de cargarle un impuesto especial a los refresqueros por cada botella porque tenemos que pepenar el producto que desechan los consumidores, cuando el beneficio es de los empresarios.

“El impuesto serviría para dar más recursos y tener en mejores condiciones las presas”, señaló Anguiano.

Aunque el programa de desazolve de las presas se realiza previo a la temporada de lluvias, dicha acción no es para prevenir las inundaciones, sólo para facilitar el flujo de líquido cuando se registren lluvias intensas.

“Puede llegar una precipitación pluvial muy alta y aunque nosotros tuviéramos desazolvada la presa, la inundación se va a dar”, reconoció el funcionario.

Las presas, añadió, también requieren de más personal operativo y la modernización de sus equipos, al menos de la electrificación de sus compuertas, que no han sido actualizadas desde hace más de 26 años.

Fuente: Reforma

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