Agua

Proponen entubar cinco ríos

Cinco ríos del Valle de México son susceptibles de ser entubados para el aprovechamiento de las aguas. Abastecerían 12 metros cúbicos de agua por segundo, lo cual significaría un aporte de 15 por ciento del agua que actualmente se consume en la ciudad, afirmó el director del Programa Universitario de Estudios para la Ciudad (PUEC), Manuel Perló Cohen.

Este grupo de ríos está constituido por La Magdalena, el Sagrado Desierto de los Leones, la Amecameca, el río de La Compañía y el Buenaventura. «Si logramos aprovechar al 50 por ciento la capacidad de estos ríos se podría abastecer cómodamente de agua a todos los habitantes del DF e incluso, dejar de traer agua del sistema Cutzamala», aseveró el investigador.

A pesar de que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) pidió a los gobiernos que tomen medidas para proteger la conservación de los caudales de los ríos, este proyecto exhorta a invertir en infraestructura para el entubamiento de estos afluentes.

Por otra parte existe la posibilidad de que el empresario Carlos Slim invierta en este proyecto, pero antes, declaró Manuel Perló, la comunidad académica, científica y de las pequeñas empresas mexicanas pueden y deben organizarse para iniciar pequeños trabajos a nivel de microcuencas y no dar alternativa a las grandes empresas, incluso transnacionales de que vengan a adjudicarse el manejo de estos recursos.

Bajo una visión económica, explicó, el agua de los ríos del DF permitiría ahorrar los dos mil millones de pesos que paga anualmente el gobierno capitalino a la Federación por el agua del Cutzamala, dinero que se podría destinar a otros rubros.

El río de La Magdalena tiene una extensión de 21.6 kilómetros, a lo largo de los cuales corre agua todo el año. En la actualidad, una parte del río se junta con el drenaje de la ciudad y, finalmente, toda termina por ir a dar a las coladeras.

De recuperarse este caudal se podría abastecer de agua tratada a zonas como el Pedregal de San Ángel donde hoy se usan miles de litros de agua potable para riego.

Otra ventaja es que en la parte baja del río está ubicada la presa Ansaldo, ahora, seca y la cual puede convertirse en una gran reserva de agua.

Si en Ansaldo se logra hacer un lugar de abastecimiento se podrían evitar problemas de estiaje en la zona del Pedregal y otras áreas, puntualizó.

Fuente: El Universal

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