Agua

Construcción, industria que más consume agua potable

Es responsable del 16 % del consumo mundial de agua, mientras que un 9 % de las extracciones de agua de fuentes naturales se emplearon en la producción del concreto

Teorema Ambiental /Redacción

Un 70 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierta de agua y, de esta última, solo un 2.5 por ciento es dulce. La mayor parte de ese recurso hídrico se encuentra en casquetes polares y glaciares, así como en aguas subterráneas. Por eso, únicamente un 0.3 por ciento del agua total del planeta sirve para consumo humano. Hoy, por ello, se requiere de un uso racional de este líquido que necesitamos para vivir.

Sin embargo, “existen factores, como el uso poco eficiente del agua por parte de la sociedad, la contaminación y la sobreexplotación de los acuíferos, ríos, lagos y pantanos, principales fuentes de abastecimiento, que conllevan a situaciones en las que el ciclo del agua se rompe o la calidad de la misma no es apta para el consumo humano, haciendo que este bien de primera necesidad sea un bien escaso, llegando incluso a ser difícil de conseguir”, dice un reporte del Foro de Edificación Sostenible de la Comunitat Valenciana.

De todas las actividades humanas, la constructora es la mayor consumidora de recursos naturales, como madera, minerales, energía y agua, señala un estudio de Pere Alavedra y otros investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, al que se suman los cálculos realizados en una investigación de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo de Perú, titulada “Aplicaciones del agua en ingeniería civil”, la cual advierte: “El sector de la construcción es responsable del 16 por ciento del consumo mundial de agua.”

El agua más recomendable para utilizar en la construcción civil es la potable, señala el texto peruano. Este tipo de agua también se suele usar para la fabricación del cemento, debido a que carece de impurezas que dañen o modifiquen las propiedades internas del mortero, que podrían ser perjudiciales en la construcción. Además, se usa en fabricación de pastas, rellenado de depósitos, limpieza de instalaciones y de equipo, por mencionar algunos.

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“Cuando vemos un edificio construido con técnicas tradicionales, o sea con gran uso de concreto, no pensamos en el enorme consumo de agua que esa construcción implicó”, señala Arnaldo Figurelli, director general de la empresa IsoCindu, fabricante de paneles aislantes. “Es muy simple, a mayor uso de concreto, mayor consumo de agua potable, agua que no será disponible para todos los demás usos que podría tener”, recalcó.

De todos los materiales que se emplean en la construcción, el concreto es el que más se utiliza en el planeta debido a sus bajos costos y facilidad de uso, explica un estudio de Sabbie A. Miller, Arpad Horvath y Paulo J.M. Monteiro, titulado “Impacts of booming concrete production on water resources worldwide”, publicado este 2018 en la revista Nature. Sin embargo, alertan estos investigadores, se conoce poco cuánta agua se requiere en la fabricación de este material.

Miller, Horvath y Monteiro reportan que, en 2012, el 9 por ciento de las extracciones de agua de fuentes naturales destinadas para el sector industrial se emplearon en la producción de concreto. Y ello significa el 1.7 por ciento de las extracciones del recurso hídrico que se realizan en el mundo. Según sus registros, durante todo el proceso de producción de concreto se consumen 16.6 kilómetros cúbicos de agua al año y la situación podría agravarse en el futuro, ya que 75 por ciento de la demanda de agua para la producción de concreto podría provenir de regiones con escasez del líquido en el año 2050.

“Frente a esta situación, es hora que la industria de la construcción asuma sus responsabilidades en cuanto al uso de un bien tan escaso y tan vital como el agua. Es tiempo de mirar seriamente hacia técnicas de construcción más modernas, que impliquen un consumo mucho menor de agua”, agregó Figurelli.

Edificios sostenibles al rescate del planeta

De acuerdo con Alavedra, del CSIC, lo que la industria de la construcción sostenible puede hacer, es consumir la menor cantidad de agua y energía a lo largo de la vida del inmueble, hacer un uso eficiente de las materias primas (usar materiales que no dañen el medio ambiente, renovables y/o desmontables), así como generar la menor cantidad de residuos y contaminación, entre otros factores. Para la gestión, diseño y construcción de edificios sostenibles, existe LEED® (Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible), un sistema de certificación voluntaria, en cuatro aspectos: social, medioambiental, económico y de bienestar para los usuarios. Es el estándar para la certificación de sostenibilidad de los edificios más difundido en el mundo.

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