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E
sa es la frase que escuchamos o
por lo menos esperamos escuchar
al menos una vez a la semana. Los
residuos sólidos urbanos (coloquialmente
llamadosbasura) sonunade lasproblemá-
ticas que más aquejan a los habitantes de
las grandes ciudades, y nuestra ciudad no
queda exenta de esta situación.
Imaginemos que por algunas semanas
el transporte que recolecta estos residuos
no pasara, y es que en realidad esto sí ha
sucedido;comoenelcasodeCuernavaca,
donde trabajadores de limpia decidieron
hacer unparoasusactividadesenseñal de
protestayestooriginóquepor variassema-
nas la población dejara las bolsas repletas
de basura en las calles; aunado al calor y la
humedad de la zona, imaginemos el caos
que esto suscitó.
La reflexión apunta a cuestionarnos: ¿qué
pasaríacon todos losdesechosqueproduci-
mossi nohubieraunserviciode limpiaquese
encargara de ellos?, considerando que cada
uno dentro de su hogar tuviera que hacerse
responsableporunperiodolargodenuestros
respectivos residuos. Según el Instituto Na-
cionaldeEstadísticayGeografía(INEGI),cada
persona genera 770 gramos cada día, por lo
que si por lo menos por 30 días acumulára-
mosdichosresiduostendríamosquealmace-
naraproximadamente24kilos,locualimplica-
ría tener el espacioadecuadopara confinarlo
asícomoidearalgúnmecanismoparaqueno
se generenmalos olores, sustancias tóxicas,
enfermedadesofaunanocivacomoratas,cu-
carachas,moscasogusanos,entreotros,los
cuales por ningúnmotivo quisiéramos tener
dentrodenuestroentorno inmediato.
Sin embargo, aunque pensemos que esto
está fuera de nuestro entorno ya que no
es perceptible a simple
vista, esunproblemamáscercanode loque
pensamos, sólo echemos un vistazo a las
escasas barrancas que quedan dentro de
la superficie del Distrito Federal en delega-
ciones como Cuajimalpa y Álvaro Obregón;
estas áreas que son consideradas como de
valor ambiental están saturadas de dese-
chos sólidos, así como los ríos y suelos de
conservación (comoel Ajusco, losDinamos,
el Desiertode losLeones, etcétera). Estonos
lleva a pensar que hay un problema aúnma-
yorqueeldelosresiduosyesprobablemente
nuestra actitud ante esta situación. Muchas
veces cuando circulamos por la calle o en el
autoobservamosaotraspersonasarrojando
algúndesecho,algunosnosinconformamos
con esta actitud y a otros probablemente
nosparecenormal; el problemaes cotidiano
peroaunasí, aunqueestemosconscientes y
repudiemosdichasituación,laverdadesque
individualmente hacemos poco para que
esto mejore, además de una correcta edu-
cación ambiental podemos recurrir a ciertas
accionesquecoadyuvenalasolucióndeeste
problemaqueconciernea todos.