Con una pérdida anual de 500 mil a 800 mil hectáreas de bosques, México se coloca en el segundo lugar de deforestación en América Latina, sólo superado por Brasil.
De mantenerse este ritmo de deforestación, en las próximas seis décadas podrían desaparecer los bosques y selvas mexicanos, refieren grupos ecologistas.
A pesar de que el país ocupa el undécimo sitio entre las naciones con mayor cobertura forestal, la deforestación tiene bajo amenaza a la diversidad mexicana de reptiles, mamíferos, anfibios y plantas.
Además de afectar el equilibrio ambiental de su entorno, la tala de bosques pone en peligro la disponibilidad de agua en el futuro, pues es ahí donde se captan las tres cuartas partes del agua que beben los mexicanos.
