¿Luz para el campo?
Como parte de su estrategia para hacer más competitivo el campo mexicano, el presidente Vicente Fox emitirá un decreto para reducir las tarifas eléctricas en el campo, con el cual estandarizará en un nivel de 30 centavos el kilovatio a partir del año 2003. Esta tarifa tendrá sólo mínimos aumentos hasta el final de su sexenio.
Explicó que para 2004, la tarifa eléctrica «09» estaba contemplada en 32 centavos el kilovatio; en 2005, 34 centavos, y en 2006, de 36 centavos. Aseguró que “esta tarifa es competitiva y más baja que la que tienen los productores en Estados Unidos o en cualquiera de los países socios con los cuales competimos».
Pide BM eliminar subsidios agrícolas
El Banco Mundial (BM) pidió a los países desarrollados poner en marcha un calendario para eliminar sus subsidios agrícolas, que perjudican el crecimiento de las naciones más pobres.
Durante la sesión plenaria de la reunión anual del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI), realizada en septiembre pasado, el presidente del organismo, James Wolfensohn, indicó que «los subsidios agrícolas en los países ricos, cerca de 1,000 millones de dólares por día, despilfarran recursos y perjudican profundamente las oportunidades de los países pobres para invertir en su propio desarrollo». Consideró que debería existir un calendario fijo para su eliminación.
Fenece banrural
Con un costo de 30,000 millones de pesos para el erario público, ahora sí desaparecerá el Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural) y en 2003 operará un nuevo sistema de financiamiento que permita reactivar al campo mexicano y dejar atrás vicios y corrupción. El propio presidente Vicente Fox dijo que la institución acumuló pérdidas de no cobros, que se habían convertido en un “verdadero barril sin fondo”.
“Farm bill” a la mexicana
Elevar las capacidades y facultades del Congreso de la Unión para preparar una ley como la «Farm Bill» de Estados Unidos, y así garantizar protección al sector agropecuario propusieron los senadores de la Revolución Democrática, Demetrio Sodi de la Tijera y Jesús Ortega Martínez, a sus homólogos de las otras fracciones parlamentarias.
Ortega Martínez invitó a los legisladores a realizar las reformas legales necesarias, «porque de otra manera, lamentablemente seguiremos perdiendo el tiempo en debates que no tienen ningún efecto y ninguna repercusión en la vida de los campesinos». (Ana Lilia Rojas Cano)
Tío sam no reducirá subsidios
El gobierno de Estados Unidos no disminuirá en el corto plazo los subsidios que otorga a su sector agroalimentario, aunque conoce el efecto negativo que tendrá en países como México, aseguró en octubre pasado Kathleen B. Cooper, subsecretaria de Comercio para Asuntos Económicos de Estados Unidos.
Subsidios a los ricos
Las estadísticas de la OCDE reportan que en 2001 se registraron subsidios mundiales por 310,959 millones de dólares, es decir, 47 por ciento del valor total de la producción de materias primas del campo, de 662,782 millones de dólares.
En Estados Unidos los subsidios a la irrigación representan entre 2,000 y 2,500 millones de dólares anuales. Estos apoyos contribuyen a que se produzcan cultivos que de otra manera no serían rentables. Uno de los problemas de los subsidios es que en países ricos son capturados por los grupos de ingreso más alto, cuando originalmente tendrían que destinarse a los sectores más pobres.
Hay que salvaguardar el agro
El gobierno mexicano promueve salvaguardas negociadas entre productores agropecuarios nacionales y de Estados Unidos, para evitar un daño mayor al campo mexicano frente a importaciones baratas, afirmó Luis Ernesto Derbez, secretario de Economía.
En el marco de la reunión de líderes de APEC, señaló que el objetivo es promover que los industriales del campo nacional acuerden directamente con su contraparte estadounidense un esquema de cuotas recíprocas de exportaciones y que el papel del gobierno sea el de consultor.
Una salvaguarda implica la imposición de una cuota de importación a un producto que lesiona, al menos, al 25 por ciento de productores mexicanos de un sector determinado. Las normas internacionales obligan al gobierno que la impone a otorgar medidas de compensación a la contraparte afectada para no ser sujeto a demanda en la Organización Mundial de Comercio (OMC). México busca que esto último no sea obligatorio.
Moratoria agropecuaria
La Comisión de Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados analiza la posibilidad de solicitar al Ejecutivo Federal y al Senado promover una moratoria del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Legisladores de PRI, PAN y PRD calificaron como «muy negativo» para México el balance de los primeros 10 años del acuerdo en el capítulo agropecuario, ya que con excepción de las hortalizas y frutas, el resto de los productores está en severa crisis.
Daños del TLCAN: otro mito genial
El secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez, aseguró en noviembre pasado que hay una serie de mitos desarrollados respecto del impacto de la apertura comercial en 2003. «No es la apertura comercial, es el maíz, porque no está liberalizado, y al contrario, mantiene cuotas de importación», expresó. Dijo, además, que este insumo es el elemento que provoca la pérdida de productividad en la industria avícola, porcícola y ganadera.
Ahora resulta…
Frente a la apertura de fronteras, «esperamos que nuestros socios comerciales mexicanos puedan cumplir con sus obligaciones y no confrontar nuestras exportaciones con demandas antidumping irracionales”, manifestó el subsecretario de Comercio para Acceso a Mercados y Fiscalización de EU, William H. Lash. En octubre pasado aseveró que se quiere evitar someter a sus productores a demandas innecesarias, «a litigación injusta».
Subsidio para los poderosos
El año pasado la Unión Europea subsidió a sus productores agropecuarios con 105,000 millones de dólares (1.4 por ciento de su PIB) y Estados Unidos les entregó 95,000 millones de dólares (1.2 por ciento de su producto), mientras México apenas pudo destinarles 7,000 millones de dólares (1.1 por ciento del PIB).
Cifras de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, indican que 40 por ciento de los subsidios de todo el mundo se destinan al sector agropecuario, y son precisamente los países desarrollados los que más gastan, en detrimento de los productores en los países subdesarrollados, quienes además de verse imposibilitados de exportar están obligados a competir con importaciones altamente subsidiadas.
