Contaminación

Incendian miles de toneladas de basura en Nápoles

“La situación es trágica”, confesaba ayer la alcaldesa de Nápoles, Rosa Russo Iervolino, ante una ciudad que se ahoga a causa de centenares de incendios de las tres mil toneladas de basura amontonadas en sus calles. Los vecinos y los vándalos prenden fuego a las montañas de bolsas, por mucho que las autoridades se lo prohíban. Según la alcaldesa, “la gente no entiende que al quemar la basura en la calle se libera dioxina y nos obliga a esperar cuatro días para evitar una contaminación mayor”.

El caos en que se ha hundido una de las ciudades más bellas de Europa no es ninguna novedad. A pesar de la contraofensiva del gobierno el pasado mes de noviembre, la Camorra continúa ganando terreno, con una fuerte presencia en el reciclado de basuras y, sobre todo, un poderoso control del territorio, que le permite azuzar las protestas contra las plantas de incineración y, al mismo tiempo, convertir la provincia de Nápoles en el mayor vertedero ilegal de residuos tóxicos de Europa, donde se descargan venenos procedentes incluso de industrias químicas de Alemania.

Por ironías del destino, el “domingo ecológico” de Nápoles —en que se prohíbe el trafico de automóviles— terminó siendo el “domingo irrespirable” debido a 150 incendios de montañas de basura. Ayer, el mal olor procedente de la basura podrida se mezclaba con el del humo, mientras los bomberos y Protección Civil intentaban en vano contener el desastre.

En las ciudades de los alrededores, la situación es todavía peor. El alcalde de Frattamaggiore amenazó ayer con cerrar las escuelas, los bancos y las oficinas si el gobierno no acude al rescate. En Santa Anastasia, no hace falta cerrar nada porque muchas madres han dejado de enviar sus hijos a las escuelas, invadidas por las ratas. Según una señora, “con el calor, las ratas se han vuelto más agresivas, y tenemos miedo que ataquen a los niños”.

Santa Anastasia tiene, en este momento, 150 toneladas de basura sobre las aceras, y los vecinos le prenden fuego por mucho que el concejal Giuseppe Cortese advierta que “quemar la basura supone un gasto mayor para el ayuntamiento, pues cuesta tres veces más retirar los residuos quemados”.

El primer ministro Romano Prodi renovó ayer la confianza del gobierno al jefe de Protección Civil, Guido Bertolaso, comisario extraordinario para emergencia de la basura en Nápoles, quien ya había dimitido en marzo y volvió a dimitir el pasado jueves. La enorme valía de Bertolaso es casi inútil, pues el ministro de Medio Ambiente sabotea su trabajo desde Roma y la Camorra le impide desarrollarlo en la región de Campania.

La Camorra y la basura

Desde hace más de una década, la Camorra controla el sistema de recogida de basuras y organiza sin dificultad la resistencia local a la construcción de incineradores. De los cuatro que absorben los residuos sólidos de Nápoles, ayer funcionaba sólo uno, y estará completamente lleno el sábado.

El ministro de Medio Ambiente, Alfonso Pecoraro Scanio, proponía ayer como solución de emergencia hacer exactamente lo que hace la Camorra: “utilizar las grutas que se han incautado a la criminalidad organizada de Campania, que son más de 300, y depositar allí los residuos”. La Camorra utiliza grutas y minas abandonadas para enterrar ilegalmente residuos de alta toxicidad y, de vez en cuando, la magistratura les expropia algunos de estos terrenos.

Ahora, el gobierno italiano, incapaz de construir los incineradores, propone adoptar el “método Camorra”.

Fuente: ABC

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