Contaminación

Denuncian instalación de oleoducto y puerto petrolero como riesgo ambiental en la costa de Argentina

  • El potencial impacto ambiental es muy grande en esta área cuyo ecosistema es único y frágil: aquí se reproduce la ballena franca austral

Teorema Ambiental/Redacción

El próximo 17 de agosto se realizará en Sierra Grande, Río Negro, una audiencia pública donde vecinos y vecinas podrán expresarse sobre el proyecto de construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur. La obra conectaría al yacimiento neuquino con una terminal en Punta Colorada, Río Negro, lo que potenciaría la capacidad exportadora de Vaca Muerta. La audiencia será presencial y se espera una gran convocatoria de activistas y vecinos de las comunidades que se encuentran muy preocupadas por los incalculables impactos negativos que generaría este proyecto.

De aprobarse la construcción de este oleoducto, el golfo San Matías y la península de Valdés entrarían directamente en peligro. El potencial impacto ambiental es muy grande en esta área cuyo ecosistema es único y frágil: aquí se reproduce la ballena franca austral, especie emblemática de Argentina.

El oleoducto y la terminal portuaria Vaca Muerta Sur tienen como objetivo final propiciar la exportación. Dicho oleoducto se extendería aproximadamente por 600 kilómetros conectando la zona productiva de la provincia de Neuquén con la costa atlántica en la provincia de Río Negro.

Ambos generan una preocupación extrema en las comunidades de la zona, así como en gran parte de la comunidad científica y organizaciones ambientales de los ámbitos nacional e internacional. ¿Por qué?

En palabras del biólogo Luciano Valenzuela, investigador del Conicet en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) y del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), «El Golfo San Matías tiene características que lo hacen sumamente importante para la biodiversidad, como las corrientes de aguas calmas y cálidas o semicálidas, su ubicación y su productividad, ya que es una zona importante para peces e invertebrados. Esta zona es base para las ballenas francas que migran a península Valdés, pero, además, Río Negro se está convirtiendo en otra área grande a donde la ballena franca va a tener cría.”

La aprobación del proyecto de construcción del oleoducto y puerto petrolero se está desarrollando en tiempo récord y está plagado de irregularidades. Se derogó Ley Provincial 3.308 en tiempo récord, la cual prohibía el desarrollo de actividades petroleras en la zona, y se anuló la participación de la ciudadanía en las sesiones de tratamiento. No se realizaron las consultas previas obligatorias, se rechazaron con argumentos espurios todos los recursos legales presentados por vecinos y agrupaciones, entre tantas otras irregularidades.

Fabricio Di Giacomo, miembro de la Multisectorial Golfo San Matías, organización vecinal que surgió para dar respuesta ante el avance voraz del proyecto, compartió:

“El golfo San Matías es nuestro hogar, donde nos criamos, donde trabajamos. Vivimos frente al mar, estrechamente vinculados con sus playas y al mar. Desde 1999 contamos con la protección de la Ley 3.308, que nos garantizó un desarrollo sostenible tanto del turismo como de la pesca. Pero por sobre todas las cosas, nos garantizó el buen vivir. Por eso este proyecto nos pone bajo amenaza, no solamente a los miles de puestos de trabajo, sino también a nuestra forma de vida.”

María Victoria Emanuelli, líder de Campañas de América Latina de 350.org, comentó:

“El golfo San Matías es hoy el emblema de un modelo cortoplacista y extremadamente peligroso basado en los combustibles fósiles que en nombre del desarrollo avasalla los derechos humanos y los de la naturaleza. Lo que sucede allí no impacta solo en las provincias de Río Negro o Chubut, sino en toda la Argentina y el Atlántico Sur. Es realmente preocupante que en vez de impulsar proyectos de desarrollo basados en energías renovables, más compatibles con todas las formas de vida, que además tienen la capacidad de generar muchos puestos de trabajo en forma sostenida, se siga invirtiendo en estrategias obsoletas y destructivas.”

Fotografía: 350.org

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