Ciencia y tecnología

Hallan cabeza de guacamaya de 2000 mil años en cueva de Chihuahua

Los resultados la colocan como la guacamaya en contexto arqueológico más antigua del norte de México y suroeste de Estados Unidos hasta ahora registrada

Teorema Ambiental/Redacción

guacamaya-cabezaPor mucho tiempo la zona arqueológica de Paquimé, en Chihuahua, fue el único sitio prehispánico del noroeste de México donde se habían descubierto restos de guacamayas en contextos culturales pero, en 2016, pobladores del ejido de Avendaños, en San Francisco de Borja, hallaron dentro de una cueva, un contexto arqueológico posiblemente mortuorio.

Entre otros elementos, estaba la cabeza de una guacamaya momificada de manera natural. El ejemplar data de hace dos mil años, la más antigua descubierta hasta hoy en el norte de México y suroeste de EEUU.

El fechamiento se efectuó en el Laboratorio de Espectometría y Aceleración de Masas del Instituto de Energía y el Medioambiente, de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State), EEUU, como parte del proyecto de investigación emprendido por la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Asimismo, el proyecto mexicano, coordinado por el director de la EAHNM, Emiliano Gallaga Murrieta, se ha vinculado a una investigación llevada a cabo por los arqueólogos norteamericanos Patricia A. Gilman, de la Universidad de Oklahoma, y Steve Plog, de la Universidad de Virginia, cuya finalidad es determinar cuántas guacamayas halladas en contextos culturales del suroeste americano proceden de Paquimé y cuántas de Mesoamérica.

Los investigadores norteamericanos, además de fechamientos, realizan análisis de estroncio y ADN antiguo en los restos de las aves de estos sitios arqueológicos. El colorido plumaje de las guacamayas fue motivo para que esta ave ocupara un lugar relevante en el imaginario colectivo de las comunidades prehispánicas del noroeste de México y suroeste de EEUU.

Al momento se tienen registrados poco más de 670 restos óseos, además de plumas de guacamaya, la mayoría corresponden a ejemplares juveniles-adultos localizados como parte de ajuares funerarios que acompañaron a personajes o fueron colocados en ofrendas, en muros o pisos, muchas veces en platos.

De estos, en Paquimé, Chihuahua, se hallaron 504. Ahí no solo se criaban para consumo local, sino que fueron intercambiadas con sus pares norteños, al punto que llegaron a controlar el mercado de la región. Los demás restos provienen de diversos sitios prehispánicos del suroeste norteamericano: Chaco, Grasshopper, Turkey Creek, Salado, Gila Cliff, Kiet Siel, Sinagua-Wupatki, Pueblo Grande y Snaketown, entre otros.

A pesar de que no ha sido posible determinar la especie en todos los casos, del total que se tiene identificado, más de 90 por ciento son guacamayas rojas (Ara macao) y 10 por ciento, militares (Ara militaris).

La guacamaya de cueva Avendaños es la primera que se localiza en el norte de México fuera de Paquimé. Desde que los investigadores del INAH la vieron, les llamó la atención su color de característico verde con una pluma roja cerca del pico. El biólogo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), Juan Carlos Bravo, la identificó como guacamaya militar.

Según datos de la Conabio, la especie se localiza en toda la región costera de occidente, siguiendo la Sierra Madre por Sinaloa hasta Sonora y Chihuahua.

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