Los biopolímeros cuentan con diversas aplicaciones en la vida cotidiana como contenedores y material de embalaje para alimentos
En el Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un equipo de científicos desarrolla biopolímeros biodegradables que, fabricados con residuos agroindustriales y ácidos de bacterias modificadas, podrían reemplazar a los plásticos convencionales derivados del petróleo.
“Tenemos diferentes temas de investigación y uno de ellos está enfocado en la generación de productos que sean sustitutos de derivados del petróleo, estamos hablando de biopolímeros con características de ser renovables, sostenibles y biodegradables”, comentó el doctor Alfredo Martínez Jiménez, investigador titular C en el Instituto de Biotecnología de la UNAM.
Los precursores de bioplásticos se pueden producir en cantidades elevadas usando residuos agroindustriales, principalmente a partir de celulosa y hemicelulosa. Los azúcares obtenidos de dichos residuos agroindustriales son usados para obtener ácidos orgánicos, tales como el láctico, succínico, pirúvico y R-3-hidroxibutírico, que son precursores de biopolímeros.
“Desarrollamos investigación modificando bacterias, principalmente Escherichia coli, de sus vías metabólicas, para que generen ácido D-láctico o ácido L-láctico, que son isómeros que nos permiten generar un producto que se llama ácido poliláctico (PLA, por sus siglas en inglés). El PLA es totalmente biodegradable y renovable y puede sustituir los usos que tenemos actualmente de polímeros de plástico convencionales”, puntualizó el científico.
“Particularmente, el ácido poliláctico si se combina con basura orgánica y se envía a un sistema de composta, el biopolímero será degradado biológicamente por los microorganismos presentes y no se tiene el impacto ambiental dañino que tienen los plásticos convencionales. En ese sentido, el proyecto puede interesar a todo el sector de plásticos”, señaló.