Las propuestas ambientales en el escenario alternativo no sustituyen a los acuerdos del Protocolo de Kyoto y sí ayudan a ganar tiempo en el tema del calentamiento global
Laura Mendoza Blanco
La sensibilización de la sociedad civil relacionada con la afirmación de que el calentamiento global del planeta es real y que nos concierne a todos sus habitantes sin perder de vista que todos podemos ayudar a la mitigación del calentamiento nos lleva a comprender mejor las medidas que deben tomarse. La determinación de un valor preciso para la sensitividad climática nominal global de equilibrio, esto es la cantidad de vatios por metro cuadrado por doble de CO2, es de importancia en la determinación de escenarios futuros.
Sobre este tópico tratan algunos de los proyectos de los investigadores del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) en Nueva York, que han establecido una estimación de este valor en 3±1°C o cuatro vatios/m2 por doble de CO2, basándose en datos paleoclimáticos. Los investigadores han mostrado que este valor es consistente con los modelos y que es más preciso que otros valores utilizados, su uso en el escenario BAU (bussiness as usual) lleva a un calentamiento de dos a tres grados centígrados hacia el final del presente siglo.
El doctor James Hansen, director e investigador de GISS, ha propuesto un escenario alternativo (AS), en colaboración con otros investigadores de este instituto, donde se plantea la posibilidad de que a finales de este siglo el calentamiento no rebase un incremento de 1°C, posibilidad que puede convertirse en realidad llevando a la práctica propuestas concretas. El escenario es presentado como una alternativa al escenario BAU para ganar tiempo al calentamiento; para mediados de siglo las políticas energéticas podrán ser menos dependientes del quemado de combustibles fósiles y podrá implementarse el secuestro de carbono de ser necesario, agrega el investigador.
El objetivo del Protocolo de Kyoto de reducir emisiones de CO2 en el año 2012 a 95 por ciento de las existentes en el año 1990 es considerado por los expertos como difícil de alcanzar, a lo que se suman simulaciones numéricas de que la satisfacción del Protocolo tendrá poco efecto en el calentamiento global en el siglo XXI en el sentido de ser reducido a un nivel aceptable. Y es aquí donde una no-reflexión sobre la posibilidad de alcanzar un calentamiento por debajo de 3/4± 1/4°C o equivalentemente un incremento en el presupuesto de radiación de un vatio/m2 resulta en una irresponsabilidad ya que el rationale en el escenario es que las retroalimentaciones debidas a la elevación del nivel del mar y a la liberación de GEI quedarán limitadas.
2-3°C por arriba de los niveles de temperatura en el año 2000 hacia finales de siglo consistente con la sensitividad climática nominal nos lleva a un calentamiento equiparable al existente a mediados del plioceno hace tres millones de años con un nivel medio del mar estimado en 25 m por arriba del actual, se estima que al inicio del plioceno existía una condición permanente del fenómeno de El Niño. La temperatura pico/máxima en el holoceno es no mayor que 1°C con respecto a la temperatura al final de este periodo que terminó hace tres décadas aproximadamente, antes del calentamiento global moderno.
El escenario AS se enfoca a una reducción de GEI que no son el CO2 y a una reducción de carbono negro como medida de mitigación en los próximos 50 años que no desecha el cumplimiento de los acuerdos del Protocolo ya que el balance de forzamientos en el futuro indica que el calentamiento debido a CO2 será dominante con respecto al forzamiento negativo actual de los aerosoles (conducente a enfriamiento). En un análisis de contribuyentes al calentamiento, se observa que el calentamiento inducido por CO2 es equiparable en magnitud al enfriamiento inducido por aerosoles en las últimas tres décadas, los investigadores estiman que el rápido calentamiento en estas últimas tres décadas es debido principalmente a los GEI no-CO2.
De acuerdo con los investigadores, el modo mejor de resumir el calentamiento es: calentamiento global lento con grandes fluctuaciones en el transcurso del siglo hasta 1975, seguido de un rápido calentamiento a una tasa de 0.2°C por década. El calentamiento de finales del siglo XIX al año 2000 es de 0.7°C. La distribución geográfica del calentamiento, mayor en latitudes altas (0.8°C) y menor en latitudes bajas (0.4°C), confirma que el calentamiento global es real y no resultado de mediciones o modelos. Una conclusión de los investigadores Hansen et al es que un aumento de la temperatura global en 1.0°C con respecto a la temperatura global en el año 2000 constituye ya un cambio climático peligroso.
Dos focos de interferencia antropogénica peligrosa son el calentamiento de los océanos y la desaparición de especies, que deben ser evitados. Los investigadores agregan que el calentamiento observado en la parte oeste del Pacífico ecuatorial (0.27°C) no es observado en el este del Pacífico ecuatorial (-0.01°C) debido a las aguas frías y profundas que afloran en esta zona y que todavía no han sido afectadas por el calentamiento antropogénico, que el oeste del Pacífico ecuatorial y el océano Índico son fuentes de calor para la atmósfera y océanos de la Tierra y que la temperatura en el océano Índico tiene una mayor correlación con la temperatura global. En cuanto a los peligros en la desaparición de especies los investigadores mencionan el estudio de C. Parmesan y G. Yohe publicado recientemente en la revista Nature, en donde se trata la distancia en migración de las especies versus la distancia de migración de isotermas.
Los aspectos técnicos del escenario alternativo pueden ser consultados en el estudio publicado por los investigadores en la revista PNAS de septiembre de 2006, accesible en Internet, como estimaciones en incrementos en ppm de CO2 y en ppb de metano basadas en datos de núcleos de hielo. El presupuesto de radiación a alcanzar en el escenario AS es resumido en el estudio para los GEI por CO2 (1 vatios/m2), CH4 (-0.2 vatios/m2), N2O (0.1 vatios/m2), CFC (-0.1 vatios/m2), O3 (-0.1 vatios/m2) y aerosoles troposféricos (+0.5,-0.5) vatios/m2, que suman un total menor o igual que un vatio/m2. Se requiere de la reducción de metano antropogénico en 30 por ciento que puede lograrse, por ejemplo, revisando el modo de cultivar arroz que es la principal fuente, se pueden también hacer ajustes en la dieta de los rumiantes utilizados para la producción de lácteos y de carnes, se pueden reducir las fugas en las líneas de distribución de gas natural, el ozono troposférico puede ser reducido a un nivel de balance con los efectos del ozono estratosférico, entre otras medidas a tomar, los sulfatos no absorbentes causan lluvia ácida pero contribuyen al enfriamiento una fuente mayor de los cuales es el quemado de combustibles fósiles.
De acuerdo con el doctor Hansen, los argumentos que sostienen la plausibilidad de AS incluyen un mejoramiento de la eficiencia energética y un incremento en el uso de gas en lugar de carbón, para el periodo 2000-2025, en tanto que para el periodo 2025-2050 la disminución de la tasa de crecimiento de CO2 estima que requerirá de un mayor uso de fuentes de energía como las renovables que producen nada o poco CO2. Los investigadores Hansen et al concluyen que de continuar las emisiones de CO2 como en el escenario BAU una década más el escenario AS se torna no posible.
NASA study finds world warmth edging ancient levels, septiembre 25 de 2006,
cortesía de NASA, http://www.nasa.gov/centers/goddard/news/topstory/2006/world_warmth.html.
Hansen, J., M. Sato, R. Ruedy, K. Lo, D.W. Lea, M. Medina-Elizalde, Global Temperature Change, PNAS, vol 103, no. 39, pp 14288-14293, septiembre 26 de 2006, http://www.pnas.org/cgi/reprint/103/39/14288.
Hansen, J., S. Makiko, R. Ruedy, A. Lacis, V. Oinas, Global warming in the twenty first century: An alternative scenario, PNAS, 2000 (6p),
Fuente: Teorema
