- El 7 y 8 de junio, una enorme nube de humo se extendió desde el sur de Canadá hasta el norte de Estados Unidos y obligó a la Gran Manzana a decretar una contingencia ambiental
Teorema Ambiental/Redacción
Una serie de incendios forestales atípicos en los bosques del sureste de Canadá provocaron una terrible nube de humo que se extendió hasta la costa noreste de Estados Unidos, poniendo en alerta a unos 100 millones de personas, afectadas por los elevados niveles de contaminación atmosférica, no vistos desde los años sesenta y que fueron percibidos como una espesa nube color naranja.
El humo se extendió desde las provincias de Ontario y Quebec, al este de Canadá, mientras que la neblina naranja cruzó la frontera con Estados Unidos, en gran parte de la costa noreste, incluyendo ciudades de gran importancia como Toronto y Nueva York, que ingresaron a la lista de metrópolis con la peor calidad del aire en el mundo.
La situación obligó al cierre de las escuelas públicas y las actividades al aire libre en Nueva York, mientras que el alcalde de la ciudad, Eric Adams, pidió a los ciudadanos limitar sus actividades en el exterior.
Por su parte, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) calificó la calidad del aire en el noreste del país como “poco saludable”, especialmente para las personas con algún padecimiento respiratorio.
Una primavera peligrosamente atípica en Canadá
El humo que afectó Nueva York provino de la provincia de Quebec, donde se registran al menos 160 incendios. Ante la situación, el gobierno canadiense advirtió que se trata de la peor temporada de incendios forestales de la que se tenga registro, luego de una época prolongada de estiaje, con altas temperaturas en una primavera atípicamente cálida y seca y el retraso de las primeras lluvias del año en el hemisferio norte.
Los expertos estiman que condiciones prevalecerán durante todo el verano.
En este tenor, el servicio meteorológico de Canadá emitió una alerta sanitaria por mala calidad del aire en la capital, Ottawa, el martes 6 de junio, ante el “riesgo muy alto para la salud de las personas”. Lo mismo ocurrió en Toronto, donde se estableció una alerta de “alto riesgo” por la contaminación atmosférica.
De hecho, en la comunidad Atikamekw de Opitciwan, ubicada 350 kilómetros al norte de Montreal, fueron desalojadas las personas con asma y otros problemas respiratorios ante el riesgo que corrían por la mala calidad del aire. Aunque el saldo es de miles de personas evacuadas en todo el país, puesto que las llamas se extendieron también hacia el oeste del país, afectando las provincias de la Columbia Británica, Alberta, Ontario, Nueva Escocia y los Territorios del Noroeste.
Se reportan afectaciones en un área de más de 3.3 millones de hectáreas, un espacio 12 veces mayor que el promedio de la última década de las zonas afectadas en esta época del año en la misma región.
La apocalíptica neblina naranja sobre el cielo de Nueva York
Medios de todo el mundo y redes sociales compartieron imágenes de la densa neblina naranja ocultando puntos icónicos de Nueva York desde el martes y se agudizaron el miércoles, mientras que el jueves comenzaron a descender.
“Recomendamos a todos los neoyorquinos que limiten la actividad al aire libre en la mayor medida posible”, dijo el alcalde Adams.
Los habitantes reportaron un fuerte olor a humo en las calles, parecido a una fogata, desde la noche del martes. El miércoles por la mañana, la alerta se extendió al área de Washington D.C., al sur de Nueva York, obligando a la cancelación de actividades a la intemperie y se emitió un “código rojo” por la situación ambiental.
Pero también la alerta se extendió a la ciudad de Detroit, hacia la región del Medio Oeste, convirtiéndose en la quinta área metropolitana del mundo con peor calidad del aire, de acuerdo con el índice IQAir, que monitorea la calidad del aire en las principales ciudades del mundo.
Fotografía: Twitter