El huracán Rita se acercó a las costas de Texas con su máximo potencial destructivo, el cual paralizó el 70 por ciento de la producción petrolera del Golfo y provocó la huida de miles de personas. Rita, la segunda tormenta que amenaza al país en poco más de tres semanas, tenía vientos de 165 mph y era un huracán con potencial catastrófico categoría cinco en la escala Saffir-Simpson de intensidad, la máxima posible. Miles de residentes de la ciudad costera de Galveston, en la costa del Golfo de México y cerca de donde se espera que Rita entre a tierra, huían de la isla costera en dirección a Houston y a otras ciudades del interior. En 1900 Galveston, ahora de 57 mil habitantes, fue escenario del huracán más mortífero de la historia del país, que dejó por lo menos ocho mil muertos. Las autoridades federales estadounidenses, fuertemente criticadas por su lenta respuesta al embate de Katrina, cuyo saldo oficial de muertos sobrepasa los mil, enviaron camiones con agua, alimentos y hielo a las ciudades texanas de Austin, Houston y San Antonio, y movilizaron más de 300 médicos y más de 130 rescatistas a la región. En Luisiana, el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, suspendió el regreso de los residentes a la ciudad y ordenó la evacuación obligatoria del lugar, que Katrina dejó inundado en un 80 por ciento. El alcalde de Houston, Bill White, también instó ayer a los residentes de áreas bajas de la ciudad, así como de casas rodantes, a abandonar sus hogares. Rita es el noveno huracán del año en el Atlántico, cuya temporada ciclónica se extiende hasta el 30 de noviembre, y el segundo que alcanza la máxima intensidad luego de Katrina. Fuente: The Miami Herald
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