De mantenerse el ritmo de la deforestación en México, en las próximas seis décadas desaparecerán los bosques y las selvas del territorio nacional, advierte la agrupación ambientalista Greenpeace.
En un estudio indica que si bien nuestro país ocupa el sitio 11 entre las naciones con mayor cobertura forestal, su pérdida provoca la extinción de gran cantidad de reptiles, mamíferos, anfibios y plantas.
«La acelerada destrucción de los bosques ha colocado en estado de emergencia a gran variedad de especies de flora y fauna que depende de los recursos forestales, incluyendo la especie humana», consigna la agrupación.
El territorio mexicano ocupa el primer lugar mundial en diversidad de reptiles, el segundo en mamíferos y el cuarto en anfibios y plantas. Además, los bosques nacionales de pino y encino son los más diversos del mundo, pues albergan 55 especies de pino (85 por ciento endémicas) y 138 de encino (70 por ciento endémicas).
Según datos de Greenpeace, en los pasados 400 años han desaparecido 47 especies; de ellas, 15 de plantas, 19 de peces, una de anfibios, ocho de aves y cuatro de mamíferos. «Aunque parezca poco, la mitad de las desapariciones ha ocurrido durante la década de los 90, lo que da una tasa de extinción de 5.6 especies al año (hasta 1995), ritmo cinco veces mayor a la tasa de extinción natural de especies en el planeta.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales también ha clasificado 22 especies de pino en riesgo, e inclusive en peligro de extinción. Esa dependencia ha documentado que están en peligro de desaparecer 950 especies de plantas y hongos, así como 265 de mamíferos, 339 de aves, 477 de reptiles, 197 de anfibios y 140 de peces. Esto representa 4.5 por ciento de todas las especies conocidas en México, consigna la agrupación conservacionista.
La deforestación también conlleva una drástica disminución en el suministro de agua a escala local y nacional, pues los bosques proveen tres cuartas partes del líquido que beben todos los mexicanos; rompe además el equilibrio climático regional e inclusive planetario, situación que exacerba la amenaza que representa el cambio climático global.
En México, la principal causa de deforestación es el cambio de uso de suelo para convertir los bosques en potreros o campos de cultivo. Esa práctica ha sido fomentada por todos los niveles de gobierno, que sólo han visto los bosques y selvas como terrenos ociosos, sin poder entender sus múltiples beneficios ni su carácter vital.
Otro factor que atenta contra los bosques es la tala ilegal, «un problema grave en nuestro país, pues se estima que 70 por ciento del mercado nacional de madera tiene procedencia ilegal».
La agrupación indica que no obstante el panorama tan adverso, existen comunidades que ya están haciendo grandes esfuerzos por preservar sus bosques y manejar sus recursos en forma adecuada. Destaca que campesinos e indígenas de diversas regiones han creado al menos 290 empresas forestales comunitarias, de las cuales 30 ya están certificadas para realizar un adecuado manejo de sus bosques, de manera que los productos obtenidos no contribuyan a la deforestación. Sin embargo, esas prácticas sólo prosperarán si cuentan con el apoyo de un actor fundamental: el consumidor de madera.
Fuente: La Jornada
