Cambio climático

Comunidades indígenas, actores cruciales en el cuidado de los ecosistemas y detener el cambio climático

  • Constituyen menos del 5 % de la población mundial pero ayudan a salvaguardar el 80 % de la biodiversidad mundial

Teorema Ambiental/Redacción

Los pueblos indígenas son imprescindibles para la conservación de la biodiversidad, pues a través de sus conocimientos ancestrales y estrategias cuidan los ecosistemas y favorecen la lucha contra el cambio climático.

Existen alrededor de 476 millones de indígenas que viven a lo largo de 90 países y representan poco más del 5 por ciento de la población mundial; sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables ya que conforman el 15 por ciento de las poblaciones más pobres, según la ONU. Por ello, The Climate Reality Project América Latina hace un llamado a la colaboración global en la protección y empoderamiento de estas comunidades, reconociendo sus contribuciones esenciales en la lucha contra el calentamiento global.

Los pueblos o comunidades indígenas son de gran importancia para la supervivencia de la biodiversidad, sus grandes conocimientos y la profunda conexión que mantienen con la naturaleza, les han permitido desarrollar estrategias adaptativas para coexistir de manera sostenible con su entorno.

Asimismo, el cuidado y protección a los ecosistemas, tanto por motivos alimentarios como por creencias, ha tenido como resultado la conservación efectiva de su flora y fauna, además de mantener el equilibrio ecológico que contribuye a la captura natural de carbono y a la regeneración de ciclos vitales.

De acuerdo con la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, los pueblos indígenas ayudan a salvaguardar el 80 por ciento de la biodiversidad mundial y son depositarios de muchas de las soluciones a la crisis climática.

Los pueblos indígenas de América Latina, con sus prácticas y creencias arraigadas, han demostrado que la coexistencia armoniosa entre seres humanos y la naturaleza es posible, sin embargo, el reconocimiento de sus derechos y el fortalecimiento de su autodeterminación siguen siendo un desafío.

En la región, países como Brasil, Colombia, México y Perú, reúnen el 92 por ciento de las tierras forestales de las comunidades indígenas que son sumideros netos de carbono; estos absorben con cada hectárea aproximadamente 30 toneladas métricas de carbono al año.

En promedio, estas tierras capturan tres cuartas partes más de carbono por hectárea que las tierras no indígenas. A pesar de ello, en los cuatro países estas tierras están constantemente amenazadas por la ganadería, minería y tala, gran parte de las cuales son ilegales y están vinculadas a la corrupción y la colaboración entre los gobiernos y actores ilegales.

De acuerdo con Natalia Lever, directora de The Climate Reality Project América Latina, “Los ciclos naturales son esenciales para la salud de nuestro planeta, y los pueblos indígenas han sido guardianes excepcionales de esta sabiduría; su enfoque en la regeneración y renovación de recursos ha demostrado ser un modelo eficiente y sostenible en contraste con los métodos extractivos modernos. Proteger la diversidad de los pueblos indígenas y los diferentes contextos en los que habitan, es proteger la biodiversidad.”

Finalmente, los gobiernos tienen un papel importante, porque deben asegurarse de que las comunidades indígenas tengan plenos derechos legales sobre la tierra que poseen, así como reconocer y respetar su derecho al consentimiento libre, previo e informado, tomar medidas para asegurar que los derechos sean respetados en la práctica y capacitar activamente a las comunidades indígenas, para gestionar sus bosques a través de financiamiento y apoyo adecuado.

Fotografía: The Climate Reality Project

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