- La aviación representa aproximadamente el 2 % de las emisiones globales de dióxido de carbono y alrededor del 4 % de todos los impactos del cambio climático anualmente
Teorema Ambiental/Redacción
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia) han realizado la primera evaluación del ciclo de vida (LCA) del mundo de un avión biplaza totalmente eléctrico existente, con una comparación directa con uno equivalente propulsado por combustibles fósiles. Según el estudio, después de solo una cuarta parte de la vida útil prevista de los aviones eléctricos, el impacto climático es menor que el de los aviones que funcionan con combustibles fósiles, siempre que se utilice electricidad verde. La desventaja, sin embargo, es la creciente escasez de recursos minerales.
La aviación ha crecido considerablemente en las últimas décadas y representa aproximadamente el 2 por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) y alrededor del 4 por ciento de todos los impactos del cambio climático anualmente. Si bien la aviación contribuye de manera importante al cambio climático y otros problemas ambientales, la electrificación es una opción para reducir estos impactos ambientales. Los primeros aviones eléctricos ya están en funcionamiento y se trata principalmente de aviones pequeños que se utilizan para la formación de pilotos y vuelos cortos en las inmediaciones. Este es el tipo de avión que se estudió en el análisis del ciclo de vida.
El estudio: el mismo avión, pero diferente
El equipo examinó en la evaluación del ciclo de vida un avión eléctrico de batería con dos asientos, el “Pipistrel Alpha Electro”, disponible en el mercado. El mismo avión también está disponible como modelo propulsado por combustibles fósiles, lo que permite a los investigadores hacer una comparación directa. El equipo investigó el impacto completo de cada avión desde “la cuna hasta la tumba” (desde la extracción de la materia prima hasta el final de su vida útil) con una unidad funcional de una hora de vuelo. Los datos y registros del fabricante de la aeronave informaron gran parte del estudio.
Se consideró una amplia gama de categorías de impacto, centrándose en el calentamiento global debido a las emisiones de gases de efecto invernadero (por ejemplo, dióxido de carbono), la escasez de recursos minerales debido al uso de minerales raros (por ejemplo, litio para las baterías), la formación de partículas a partir de emisiones de partículas, la acidificación por emisiones ácidas (por ejemplo, óxidos de nitrógeno) y formación de ozono a nivel del suelo por emisiones de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos.
Al igual que los coches eléctricos, los aviones eléctricos son comparativamente peores desde el punto de vista climático cuando el avión es nuevo, ya que la producción de la batería consume mucha energía y recursos. Luego, con el tiempo, el impacto relativo disminuye a medida que se utiliza el avión eléctrico y se obtienen sus beneficios, es decir, la propulsión eléctrica libre de emisiones. Cuanto más tiempo se utilice el avión eléctrico, mejor será para el medioambiente y, finalmente, se alcanzará un punto de equilibrio.
Después de aproximadamente 1000 horas de vuelo, el avión eléctrico supera al avión de combustible fósil en términos de menor impacto climático, tras lo cual el avión eléctrico es mejor para el medioambiente. Esto se mide en kg CO2 eq/h (equivalentes de dióxido de carbono por hora de vuelo) y es cierto en condiciones óptimas, donde se utiliza energía verde. Cualquier uso posterior se convierte así en un “beneficio climático” en comparación con los aviones convencionales. La vida útil estimada del avión es de al menos 4000 horas, o cuatro veces más que el tiempo de equilibrio.
Baterías nuevas y mejores para un futuro más verde
En el estudio, los investigadores analizan el desarrollo de baterías como un paso importante hacia la reducción del impacto en el ciclo de vida de los aviones eléctricos. Ya hoy —pero después de realizar el estudio— el fabricante del modelo de avión ha logrado prolongar la vida útil de las baterías hasta tres veces. Las nuevas tecnologías de baterías podrían mejorar aún más tanto los impactos climáticos como la escasez de recursos minerales.
Sobre el avión
El avión eléctrico del estudio es un Pipistrel Alpha Electro fabricado en Eslovenia. Las alas tienen una envergadura de poco más de diez metros y el avión pesa 550 kg cuando está completamente cargado. El tiempo máximo de vuelo es de aproximadamente una hora, más la reserva. La batería es de iones de litio NMC (níquel-manganeso-cobalto) de 21 kWh y el motor produce una potencia de 60 kW. El Alpha Electro era un modelo de preserie y ha sido reemplazado por un modelo evolucionado producido en serie.
Fotografía: Universidad Tecnológica de Chalmers
