Transporte

Bicicletas a las calles del DF

Con cinco millones y medio de coches que recorren furiosos sus carreteras y nubarrones de esmog, las autoridades del DF han ideado un plan para convertir la metrópoli en un lugar amigable para el peatón y el medio ambiente: un programa público de uso de la bicicleta

bicicletasdfCIUDAD DE MÉXICO.— Más de un millar de bicicletas (mil 114, exactamente) estarán disponibles para que los capitalinos puedan recorrer pequeñas distancias y contribuyan a aliviar el tránsito vehicular y las emisiones de dióxido de carbono.

Repartidas en 84 cicloestaciones, las “SmartBikes” estarán controladas por una empresa estadounidense que cuenta con 300 mil usuarios entre su país y Europa. El programa piloto abarcará una pequeña zona de la gigantesca ciudad, para irse extendiendo paulatinamente.

“Tenemos que crear una vía alterna al automóvil, porque el automóvil nos está conduciendo a varios problemas estratégicos de sustentabilidad”, explicó el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, en la presentación de la iniciativa.

La esperanza del gobierno de la ciudad es que muchos se animen a recorrer a pedaladas el trecho que les separa de su lugar de trabajo, bien por salud, conciencia social o porque el tráfico está atascado y no queda otra para llegar a tiempo, una de las constantes de esta megalópolis de casi 19 millones de personas. Cada capitalino pasa en promedio de media a dos horas al día en un vehículo, respirando los olores que salen de los tubos de escape.

Se espera que el número de usuarios de bicicletas pase de 1.2 por ciento actual a 5 por ciento, lo que contribuiría a transformar una ciudad donde los coches son cada vez más dueños del espacio público: el parque vehicular crece en 180 mil coches al año.

De paso, se reducirían las emisiones contaminantes: el Distrito Federal produce 9.1 por ciento de todo el país, con algo menos de una quinta parte de su población. Para el primer año se espera que 24 mil personas adquieran la tarjeta que da derecho a disfrutar media hora de las bicis y que se alcancen hasta nueve mil viajes diarios.

No es ésta la primera vez que el gobierno capitalino hace gala de un talante ecologista y pro-bici: desde hace más de un año, todos los domingos por la mañana se cierra el Paseo de la Reforma para que las familias puedan pasear por él en bici. Quienes no tengan de una pueden disponer de ella gratuitamente. La imagen a las diez de la mañana en Reforma es como el clásico plano de las películas apocalípticas donde el particular infierno de tráfico de la metrópolis en cuestión se convierte en un panorama desolado que desconcierta al único superviviente de la catástrofe.

Pero, en este caso, se llena pronto de cascos, ruedas y bicis de colores alegres.

La preocupación de Ebrard es que la educación vial del conductor medio mejore para hacer frente al mayor número de ciclistas en las calles. “Implica otro gran cambio en nuestra ciudad que es la desastrosa cultura, si a eso se le puede llamar cultura, respecto a los peatones y a los ciclistas”, explicó Ebrard.

Cada año, pierden la vida en las carreteras del país 20 mil personas, 40 mil más resultan con alguna discapacidad y un total de 750 mil van a parar al hospital; 90 por ciento de los accidentes se debe a imprudencias viales, según las estadísticas del Centro Nacional de Prevención de Accidentes (Cenapra).

“Por mi experiencia, a la gente le da mucho miedo usar la bici en la ciudad, porque no hay cultura de respeto, ni por parte de los conductores ni por los propios ciclistas”, apuntó Nancy Salcedo, una aficionada que, como miembro de la asociación “Bicitekas”, está acostumbrada a recorrer la ciudad de México pedalada a pedalada.

Los “Bicitekas”, que ruedan desde hace 11 años, se dan cita una noche por semana en el monumento del Ángel de la Independencia, cuando ya se puede circular de forma fluida. En promedio, forman un grupo de 80 personas y recorren unos 30 kilómetros por la urbe.

“La gente que agarra la bicicleta por primera vez no piensa en tener cuidado, no se informa sobre cómo indicar si va a girar, por ejemplo, cree que se trata de pedalear y ya está. Hay que aprender a usar la bici como medio de transporte”, valoró Nancy.

A pesar de las dificultades que plantea la ciudad al ciclista, es de la opinión que “teniendo bicis disponibles la gente sí las va a usar”, concluyó. Pues a pedalear se ha dicho, pero échenle cuidado, ¿no?

Fuente: El Mundo

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