La gente se mueve a pie, en bicicleta o en un eficaz sistema de transporte público
Berlín.— Con la caída del Muro en 1989, Berlín ha sido una ciudad en permanente construcción, un lugar con el potencial de un lienzo en blanco que se ha pintado bajo conceptos multidisciplinarios donde arquitectos, urbanistas y paisajistas han plasmado el perfil de una ciudad que combina las construcciones más vanguardistas con antiguos edificios devueltos a su esplendor original.
Sin dejar atrás el componente ecológico, la mitad de los habitantes de esta ciudad cosmopolita no poseen automóvil, las personas se mueven a pie, en bicicleta o en un sistema de transporte público que busca reducir al mínimo su impacto ambiental. Además, la participación de los ciudadanos por adoptar hábitos más sustentables ha fomentado que incluso algunas peluquerías se nieguen a usar productos químicos en sus tratamientos.
Además de ser una ciudad emblemática para la historia del mundo, existe una faceta menos trillada de Berlín que incluso es mucho más sorprendente al estar pintándose cada vez más de verde. Así es como en la urbe se pueden encontrar actividades como Walking tours temáticos, kayak por un canal, uno de los zoológicos más antiguos de Europa y hasta un acuario dentro de un hotel.
