Suelo

Cafeticultores de Chiapas trabajan en el cuidado de sus suelos

La Cooperativa de Productores Orgánicos de Tacaná en Tapachula, Chiapas, ha desarrollado un método sustentable para obtener un café de altura de gran calidad, protegiendo el medio ambiente

Teorema Ambiental/Redacción

El volcán Tacaná, ubicado entre México y Guatemala, enclavado a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, con una parte sobre territorio del estado de Chiapas, fue declarado área natural protegida en 2008, por lo que se convirtió en una reserva de la biosfera. Pero también, en su falda, a unos mil 500 de altura, se produce uno de los cafés más destacados de México.

Esta región es aprovechada por 150 productores (la Cooperativa de Productores Orgánicos de Tacaná) que son proveedores exclusivos de grupo Toks, que a su vez les da asesoría. Con este trabajo conjunto, han implementado un sistema de agricultura orgánica y sustentable que no solo les ha permitido mejorar la calidad de su producto, sino también cuidar y nutrir el suelo de este particular ecosistema.

“El terreno de los campos de café está lleno de declives y quebradas, por lo que es difícil evitar el escurrimiento de la lluvia y con ello la erosión de los suelos. Sin embargo, hemos implementado, en conjunto con los productores, diversas técnicas para generar nutrientes que conserven los suelos de sus cultivos fuertes y sanos”, agregó Gustavo Pérez, director de RSE de Toks.

Entre las medidas que están implementando para mejorar las condiciones ecológicas de este espacio se encuentran:

1. Siembra de cultivos con curvas a nivel: Esta actividad permite conservar y aprovechar el suelo sobre todo en terrenos con pendientes, ya que entrega una mejor orientación de los cultivos, además facilita la obtención de nutrientes disponibles en la tierra.
2. Barreras vivas: Esta técnica consiste en sembrar, de preferencia en curvas a nivel, plantas leñozas que puedan generar raíz para fortalecer la materia orgánica durante muchos años en terrenos de mucha pendiente.
3. Barreras muertas: Acomodar restos de troncos o piedras en terrenos con mucha pendiente para evitar el escurrimiento de materia orgánica en terrenos de mucha pendiente y aprovechar mejor los nutrientes del suelo.
4. Corte de la hierba: La mayor parte de los agricultores acostumbra cortar la hierba a ras de suelo, pero los productores del Tacaná lo hacen a dos o tres centímetros de alto para evitar la erosión ocasionada por el escurrimiento.
5. Árboles de sombra nativos: Reforestan la zona y siembran cada año árboles nativos para generar hojarasca y crear una capa de materia orgánica que sirve de cobertura para el suelo.

Con estas técnicas, los agricultores de la región están haciendo una gran contribución al planeta. En este día, es necesario recordar que el suelo es uno de los recursos naturales más importantes para la vida, pues de aquí proviene el alimento que nutre al mundo.

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