Iniciativa Privada

Vida útil a residuos de construcción

Dentro de las actividades industriales, la construcción es la mayor consumidora, junto con la industria asociada, de recursos naturales y una de las principales causantes de la contaminación de suelo y aire

Nancy Herrera

Gran parte de los residuos generados en las ciudades provienen de los desechos de la cons-trucción. Tan sólo en el Distrito Federal se generan diariamente tres mil toneladas de estos remanentes, además de los que se arrojan directamente en ríos, canales, tiraderos de basura y barrancas.

Las actividades antropogénicas impactan en el ambiente y en la salud humana, por lo que resulta importante fomentar procesos que propongan reducir la generación de estos residuos.

Los primeros pasos los ha dado la Secretaría de Medio Ambiente al establecer, a través de la Norma Ambiental para el Distrito Federal NADF-007-RNAT-2004 publicada en la Gaceta Oficial el 12 julio de 2006, que los generadores de residuos de la cons-trucción deberán contar con un plan de manejo de los mismos.

Sumado a ello, la ciudad de México cuenta con la primera planta privada de Concretos Reciclados, con lo que se convierte en la segunda compañía de este tipo en América Latina.

Pero no es suficiente ni siqui-era para el área metropolitana del país, ya que tan sólo en el relleno sanitario Bordo Poniente se depositan a diario 12 mil toneladas de residuos, de los cuales el 25 por ciento son generados por actividades de la construcción.

Tecnología de punta

Ubicada en el oriente de la capital, Concretos Reciclados cuenta con tecnología de punta en maquinaria de trituración, que le permite recibir hasta cuatro mil toneladas diarias de desperdicios, además de que no contamina.
Para poder llevar a cabo esta actividad, el cascajo —compuesto de tabiques, ladrillos, concretos, cerámicos, arcillas, blocks, adocretos— debe entregarse libre de basura, papel, madera, plástico, textiles y materiales tóxicos.

El costo por tonelada recibida es de 40 pesos; después de un tratamiento de limpieza el cascajo es sometido a un proceso de trituración para reutilizarse posteriormente en banquetas, guarniciones o terraplenes, explicó el director de la empresa, Enrique Granell Covarrubias, durante una visita a la planta.

Es posible obtener una variedad de materiales de diferentes medidas como “de tres pulgadas, que es recomendable para la estabilización de suelos y re-llenos; el de dos pulgadas se puede emplear en relle-nos donde se requiera un producto más fino, y el de una pulgada que es sustituto del tepetate natural con diversas aplicaciones”, agregó el director.

Una vez procesados se ofrecen a la venta el tabicón y la grava controlada con un costo 50 por ciento menor del precio comercial.

De esta manera, al eliminarse los tiraderos clandestinos de residuos también se estaría erradicando algunos de los problemas más graves de la ciudad vinculados a la salud y al impacto ambiental.

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