Por cada casa construida se necesitarían cinco hectáreas de bosque para poder contrarrestar solo los efectos de la contaminación
Ciudad de México.- La lista de contaminantes emitidos por concepto de construcción convencional es grande, incluye plomo en pinturas, tóxicos volátiles en solventes, pegamentos, plásticos y un gran consumo de combustibles fósiles; de esta manera se ha generado una importante huella ecológica, contribuyendo significativamente a la contaminación ambiental.
Construir una casa con técnicas convencionales basadas en el uso del cemento y el acero significa que por cada tonelada de cemento se emitan a la atmósfera 478 kilogramos de dióxido de carbono, indica la especialista Alejandra Caballero, en Ecohabitat – Experiencias rumbo a la sustentabilidad.
Por cada casa construida se necesitarían cinco hectáreas de bosque para poder contrarrestar solo los efectos de la contaminación causada por el dióxido de carbono. Ante esta problemática, la propuesta de la bioconstrucción cobra sentido de muchas maneras como utilizar materiales locales que ahorran combustibles por no tener que transformarlos y transportarlos grandes distancias.
Las técnicas de la bioconstrucción y la eco-construcción nos permiten acceder a una casa saludable, hermosa, confortable y duradera.
Existen muchos métodos y es importante elegir el adecuado de acuerdo con la disponibilidad de los materiales y los efectos bioclimáticos que queramos lograr.
Mientras los muros de adobe, cob, tapia, entre otros materiales, acumulan calor y luego lo liberan, las pacas de paja son un excelente aislante para guardar el calor o el frío que las ventanas o puertas proporcionen.
Fuente: Teorema Ambiental
