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Cuba ejemplo en agricultura ecológica

Los sistemas diversificados agroecológicos tradicionales pueden generar producciones con eficiencia biológica, productiva, económica, energética y ambiental, conservar nuestros recursos naturales sin degradar suelos

cuba-liderCiudad de México.— Desde antes del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, Cuba producía alimentos con un sistema de monocultivo, sobreexplotación de recursos naturales y dirigido hacia la exportación de sus productos.

Una vez que se impuso el bloqueo, el mercado del país tuvo pérdidas de entre el 80 y 85 por ciento en su exportación, provocando un panorama crítico para la población de este país y su acceso a alimentos. Sin embargo, gracias a la relación de Cuba con países socialistas, mantuvieron contratos a largo plazo para seguir comerciando sus productos. Dichos países, así como todo el mundo, buscaban impulsar el modelo de agricultura industrial debido al auge que cobraba la “Revolución Verde”, lo cual generó que se fortaleciera este modelo en el país y que siguiera produciendo así durante tres décadas más.

Esto no fue sostenible por el colapso de la economía que causó la desintegración de URSS, que dejó a Cuba sin la fuente de sus insumos de producción, y costos ambientales y sociales alarmantes, como degradación de los suelos, pérdida de biodiversidad, deforestación extensiva, baja autosuficiencia alimentaria, baja eficiencia energética, alta dependencia externa e intensificando los cambios en el país.

Como resultado, el país y su población, se vieron obligados a disminuir radicalmente el uso de insumos externos, hacer mucho mayor uso de los recursos disponibles y del conocimiento, por medio del desarrollo de la creatividad, el estudio y el conocimiento. Después de tres décadas de “Revolución Verde”, a comienzos de los noventa, debido a la crisis económica coyuntural, el movimiento de agricultura orgánica inicia en el país gracias a precursores pensadores agrícolas cubanos, naturalistas, que sentaron bases de tradiciones agrícolas con vigencia actual.

A partir de ello, el movimiento ecológico fue cobrando fuerza con la creación y diseminación de centros para la reproducción de entomófagos y entomopatógenos (CREE), que permitió la “ecologización” de la agricultura cubana como base para el control biológico de plagas mediante técnicas como el uso de feromonas sexuales, el control natural, el uso de plantas repelentes, entre otras.

Además, se impulsó la agricultura urbana para disminuir los costos y acceso para las familias a los alimentos. Este tipo de agricultura estaba antes prohibida debido a la aplicación de agrotóxicos que se utilizan en el modelo agroindustrial, hecho que cambió por completo al producir con técnicas ecológicas.

En la zona rural, se recuperaron técnicas tradicionales como la tracción de la tierra, para eliminar costos de producción por el uso de combustibles y ayudar a la conservación-manejo de suelos y nutrición orgánica.

Este modelo de agricultura ecológica fue creciendo gracias a un esquema integral que incorpora la diversificación de cultivos, el manejo integrado de plagas, la nutrición orgánica de los suelos, técnicas silvopastoriles, la rotación de cultivos, la educación y capacitación de las personas, entre otros elementos.

Ha sido posible por medio del intercambio horizontal “campesino a campesino”, rescatando experiencias rurales, campesinos promotores, y mediante el intercambio con investigadores y profesores.

Con el paso del tiempo, este modelo se ha convertido en la forma de producir alimentos en Cuba, y ha sido incentivado y fortalecido por medio de alianzas y programas como el de “Campesino a Campesino” con el que las más de 130 mil familias involucradas crecen con usufructuarios.

Los sistemas diversificados agroecológicos tradicionales pueden generar producciones con eficiencia biológica, productiva, económica, energética y ambiental, conservar nuestros recursos naturales sin degradar suelos, convirtiéndolos en sistemas sustentables y sostenibles, y suministrando alimentos sanos y suficientes para la población de manera creativa.

En la actualidad, Cuba cuenta con un otorgamiento tierras en usufructo por las leyes 259 de 2008 y 300 de 2012. Además, ha impulsado un desarrollo local en todo el país con más de 100 mil técnicos en la actividad.

Sin embargo, actualmente también hay riesgos por la entrada desmedida de capital externo y deslumbramientos como los transgénicos que son vendidos con promesas infundadas.

Raúl Castro, presidente de Cuba, ha reconocido que la producción de alimentos en el país, es la primera prioridad. Ahora, se necesita mayor apoyo financiero y estimular a los nuevos usufructuarios; la capacitación, equipos, implementos, desarrollo rural y cambio de conciencia hacia una agricultura en armonía con la naturaleza y atractivos económico-sociales para los nuevos agricultores que permita la revalorización del trabajo de las y los campesinos.

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