Sostenibilidad

Fertilización sustentable, la otra cara de las bacterias y algas

Proyecto nace de investigaciones universitarias que buscan tener un impacto social en el sector agrícola y en el desarrollo tecnológico de nuestro país

fertilizacion-algasCientíficos del Departamento de Parasitología de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) desarrollan inoculantes microbianos para fomentar el crecimiento de las plantas de forma sustentable, con potencial aplicación en el sector agroindustrial.

El uso de inoculantes microbianos es una forma de fertilización biológica que consiste en utilizar las propiedades de los microorganismos para asociarse con las plantas. Esta asociación les permite tener humedad y algunos nutrientes, mientras ellos proporcionan su capacidad de fijar nitrógeno al vegetal. La simbiosis enriquece la planta, sin la necesidad de fertilizar total o parcialmente un cultivo de forma sintética.

“Es básicamente tratar de usar las propiedades que tienen las bacterias, algas y hongos, de poder fijar nitrógeno atmosférico, solubilizar fósforo, calcio, potasio y dejárselo disponible a las plantas, sustituyendo con ello el uso, en una determinada medida, de fertilizantes químicos que se fabrican con base en el nitrógeno atmosférico o los fosfatos y otros minerales extraídos de minerales”, comentó el doctor Gabriel Gallegos Morales, profesor investigador del Departamento de Parasitología de la UAAAN.

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El especialista indicó que el uso de este tipo de microorganismos para poder solubilizar o poder fijar estos compuestos en las plantas retribuye mucho en la fertilización del campo, ya que la mayoría de los fertilizantes químicos se pueden lixiviar, es decir, que al regar un cultivo parte del fertilizante lo absorben las plantas, pero también otra cantidad se va al subsuelo y a las fuentes de agua, incrementándose los nutrientes y los problemas de eutrofización en lagos y ríos.

“Estamos recuperando microorganismos de este tipo para poder formularlos en laboratorio y poder incorporarlos de manera específica a cultivos vegetales. Por ejemplo, en leguminosas hay microorganismos muy interesantes como son Rhizobium y Sinorhizobium, que están poco disponibles en el país, al igual que Azotobacter y Azospirillum para gramíneas. Sin embargo, son muy útiles en la agricultura orgánica, sustentable y en la reducción de la contaminación ambiental por fertilizantes de tipo químico o sintético”, señaló el investigador.

El científico aclaró que estos inoculantes microbianos no solo se pueden aplicar a cultivos, también en áreas de recreación, incluso áreas deportivas. Algunos cultivos donde pueden aplicarse son forrajes como alfalfa, avena y cebada; en cultivos de importancia agroalimentaria como soya, frijol y en diferentes tipos de zacates.

El científico Gallegos Morales añadió que el siguiente paso del proyecto es desarrollar una planta piloto para formular y aplicar a mayor extensión estos inoculantes microbianos para probar su efectividad.

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