Sostenibilidad

Economía ecológica, una opción para preservar el medio ambiente

La teoría clásica ha traído un acelerado crecimiento con consumo ilimitado de recursos, traduciéndose en el desgaste natural

La Paz, Baja California Sur (BCS).— Al hablar sobre una valoración precisa de la naturaleza y pensando en las generaciones futuras, Gian Carlo Delgado Ramos, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se encuentra en La Paz para impartir el foro Metabolismo social, extractivismo y ecología política de los recursos naturales.

El investigador destacó que, bajo el precepto de la economía ecológica, pueden desarrollarse actividades en proyectos productivos como la minería. El experto invitó a los asistentes a reflexionar acerca del tradicional modelo de la economía ambiental, emanada de la teoría clásica y a la cual, le atribuye un acelerado crecimiento con consumo ilimitado de recursos, traduciéndose en un desgaste natural.

“-Que- Los intereses personales estén por encima, como sucede con empresas mineras o aserraderos, grupos de poder y de importante influencia en la esfera política buscan ganancia a corto plazo pero el ciclo natural es lento”, precisó ante una decena de interesados.

Entre los puntos que se critican a la economía clásica con variable ambiental, es la osada acción de reducir al capital natural a valor monetario, a diferencia de la economía ecológica que se basa en una serie de valoraciones ambientales multi-criteriales.

De acuerdo con Guillermo Foladori, la principal característica es su carácter transdisciplinario, derivado de la necesidad de estudiar la relación entre los ecosistemas naturales y el sistema económico, lo que demanda la participación no solamente de economistas, sino también de cientistas naturales y otras disciplinas.

Con base en lo anterior, Delgado Ramos cuestiona la manera en que se construyen los instrumentos de evaluación solicitados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat): la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

“Es necesario construir indicadores, importantes para vincular a los proyectos mineros o productivos la MIA, su normal valoración es técnica y económica, haciendo uso de la economía ambiental, con herramientas con limitaciones muy fuertes; es una caja negra”, expresó.

Otro rasgo cuestionado por el estudioso, fue la poca valoración o aproximación en valor de especies al ecosistema por parte de la economía clásica, “no se le puede dar valor al ecosistema”.

Argumentó que la tecnificación “se vuelve algo inaccesible, dirigiéndose a un grupo de expertos que facilita decisiones asimétricas […] No se trata de dar un no a la minería, un no rotundo, pero debe saberse qué está en juego y tomar una decisión en conjunto con la sociedad”.

Precisó que es urgente pensar en la representatividad de generaciones futuras, “que la sociedad no sea egoísta” y mencionó un rompimiento con las relaciones sociales con la presencia de proyectos productivos (como la minería) que aumentan la prostitución y el crimen.

Fuente: Octavo Día

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