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Clausura Profepa tres desarrollos turísticos en Tulum

profe-tulumCancún (México).— La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró tres desarrollos turísticos más en la zona de la bahía de Akumal, en el municipio de Tulum, por violentar diversas disposiciones en materia de impacto ambiental, y cada negocio podría ser sancionado hasta con 3.65 millones de pesos.

Se trata del restaurante La Buena Vida, que tiene tienda de artículos para buceo y actividades acuáticas (Akumal Dive Adventures), así como los predios Tlalocan y Nah Hah por carecer de las autorizaciones que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para establecerse y operar en la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat).

La clausura obedece a los operativos de inspección de la semana previa por parte de elementos de la oficina regional de Akumal, que comprobaron las irregularidades en atención a diversas denuncias públicas en medios de comunicación y redes sociales.

Al mismo tiempo, la dependencia informó que inició una inspección a las instalaciones del hotel Villas Akumal para determinar el grado de afectación y deslindar responsabilidad por la descarga de aguas negras a los humedales de manglar.

El centro de hospedaje forma parte de las casi 120 inspecciones y regularización que arrancaron las tareas de la nueva oficina regional en el municipio de Tulum, inaugurada en fechas recientes por el procurador Guillermo Haro Bélchez.

El restaurante La Buena Vida es reincidente: había sido sancionado por la Profepa en 2005 por obras en el lote 36; sin embargo, continuó con una ampliación ilícita en el lote 35, donde construyó una alberca, tienda de buceo, regaderas y corredores sobre 891 metros cuadrados, por lo que fue clausurado.

El predio Tlalocan es una casa de turismo, en la que se construyeron una alberca, muretes, jardines, pasillos y palapas en dos mil 243 metros cuadrados sobre la zona federal sin autorización de impacto ambiental, motivo por el que las obras también fueron clausuradas.

En el desarrollo Nah Hah se construyeron una estructura de entrada, dos jardineras, una vivienda, dos bardas, dos muretes, una alberca, una caseta y una fosa con descarga irregular de desechos líquidos, clausurados por el impacto que provocan a la bahía.

Los inspectores de la oficina regional constataron que los tres desarrollos afectaron los ecosistemas de matorral y duna costera, y especies vegetales de importancia ecológica como las palmas kuka (Pseudophoenix sargentii) y chit (Thrinax radiata), enlistadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.

Los ecosistemas afectados, junto con el manglar, cubren una franja entre el mar y el continente y protegen a la región de embates naturales como huracanes, además de ser refugio de especies como la iguana rayada (Ctenosaura similis), que deben ser protegidas porque en los últimos años su hábitat natural ha sido transformado y reducido.

La Profepa señaló que las afectaciones causadas pueden ser sancionadas hasta con 50 mil salarios mínimos o tres millones 652 mil pesos, de acuerdo con la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), además de implementar las medidas de mitigación y restauración que imponga la propia dependencia.

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