Legislación Ambiental

México, entre los 5 países con más riesgo por el fracking: activistas

Alertan desastre ecológico en 11 estados

México es uno de los cinco países en el mundo con mayores riesgos de enfrentar secuelas por la explotación de gas shale por el llamado fracking o fractura hidráulica, toda vez que es la cuarta nación con el mayor número de reservas de este energético, advierte un documento elaborado por el Movimiento Mundial Antifracking.

En el documento llamado Qué quiere, cómo opera y lo que sigue, el movimiento destaca que en México existen 681 reservas de gas shale en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, Sinaloa, Durango, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y Veracruz, lo que hace a estas entidades, una vez que inicie la explotación en serie, susceptibles a los desastres ecológicos con los que se asocia a esta práctica.

¿Cómo funciona el fracking?

El término está asociado al gas shale que se encuentra atrapado en los sedimentos de esquisto.

Su extracción se hace a través de la técnica de fractura hidráulica o fracking, que empezó en Estados Unidos en la década pasada y que años después ocasionó que miles de familias se encuentren atrapadas en medio de agua potable y aire contaminados.

La explotación del gas shale es uno de los puntos centrales de la reforma energética, propuesta por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

La técnica parte de la perforación de un pozo vertical que, una vez alcanzada la profundidad deseada, da paso a una perforación horizontal que puede extenderse entre uno y 1.5 kilómetros.

Esta perforación se repite en diferentes direcciones, partiendo del mismo pozo de perforación vertical inicial. Una vez hechas las perforaciones, y debido a la baja permeabilidad de la roca de esquisto, es necesario fracturar con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión que liberan el gas.

Pero el flujo disminuye muy pronto y para mantener la producción, es necesario realizar continuamente el procedimiento de fractura hidráulica en un mismo pozo. Un mismo pozo puede ser fracturado hasta 18 veces.

Los primeros efectos

Datos de la Alianza Mexicana Contra el Fracking, integrada por distintas organizaciones civiles para oponerse a esta práctica, plantean que se requieren de nueve a 29 millones de litros de agua para la fractura de un solo pozo.

La explotación de los 20 mil pozos anuales que se está planteando en México desde diversos sectores, supondría un volumen de agua equivalente al necesario para cubrir el consumo doméstico de entre 4.9 y 15.9 millones de personas en un año. Esto traería, consecuentemente, la disminución de la cantidad de agua disponible para otros usos.

Estadísticas recientes del Servicio Sismológico Nacional (SSN) muestran un aumento en la intensidad y la frecuencia de sismos en Nuevo León, entidad que sólo este año reporta más de 40 movimientos telúricos de entre 3.1 y hasta 4.3 grados en la escala de Richter.

En cuanto a países con mayores reservas mundiales de gas shale, México se encuentra en cuarto lugar, sólo después de China (1,275), Estados Unidos (862) y Argentina (774), según el documento.

Con información de Greenpeace, SinEmbargo, Teorema Ambiental

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