Legislación Ambiental

Impulso en impuestos ecológicos en México

De acuerdo con legisladores y expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los impuestos ecológicos en México están en una fase inicial, su impacto recaudatorio es mínimo, aún no hay claridad sobre el destino de los recursos obtenidos.

Destacaron que se requiere avanzar no sólo en reformas fiscales para los llamados “impuestos verdes”, sino también en las políticas y los programas públicos en la materia.

En la Cámara de Diputados está en la “congeladora” legislativa la iniciativa para la ley de los instrumentos económicos de carácter fiscal ambientales, la cual contiene un paquete de impuestos en materia ecológica y en contra de la contaminación.

La reforma presentada hace casi un año prevé gravar, con una tasa de 15 por ciento, la enajenación o venta de fertilizantes y plaguicidas, así como con 10 por ciento a importadores, fabricantes y distribuidores de pilas y baterías.

Esos productos, según la iniciativa presentada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), son de los más contaminantes de suelos, subsuelos y aguas del país. Además los productores no tienen ningún compromiso con su confinamiento o reciclaje.

Francisco Elizondo Garrido, diputado federal del PVEM, expuso que también se plantea como impuesto ecológico gravar la utilización de envases y bolsas de plástico y de otros materiales como el PET que no se oxidan, ni se descomponen y son altamente contaminantes.

Los llamados “impuestos verdes no persiguen fines meramente fiscales, sino pretenden mejorar la calidad de vida y proteger la salud, conservar y restaurar el medio ambiente, modificar los patrones de producción y de consumo”, argumentó.

El legislador ecologista añadió que los “impuestos verdes” pueden hacer cada vez más caro el hecho de contaminar, arrojar o generar residuos, o utilizar productos tóxicos.

Los países miembros de la OCDE están muy avanzados en materia de impuestos ambientales, lo cual se deja ver claramente en Turquía que recauda por ese rubro más de 5 por ciento de su PIB.

En el caso de México, debido a las contribuciones existentes y a las relacionadas con las gasolinas, se puede decir que se recauda hasta 1.7 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en esa materia.

Si la comparación internacional se realiza en función de los ingresos per cápita por impuestos “verdes” o ambientales, México se ubica al final de la tabla.

Fuente: Excélsior

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