Legislación Ambiental

Financiamiento climático para sistemas agroalimentarios acusa un marcado descenso

  • La transformación de los sistemas agroalimentarios se encuentra amenazada por una reducción de financiación

Teorema Ambiental/Redacción

El volumen de financiación climática que reciben los sistemas agroalimentarios es sorprendentemente bajo y continúa descendiendo en comparación con el volumen mundial de financiación climática, según advierte un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Esto sucede en un momento en el que se necesita urgentemente más financiación para ayudar a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y apoyar la aplicación de la Declaración de los Emiratos Árabes Unidos sobre sistemas alimentarios resilientes, agricultura sostenible y acción climática, firmada por más de 150 líderes mundiales.

La financiación climática se refiere a los fondos locales, nacionales o transnacionales —obtenidos de fuentes de financiación públicas, privadas y otras fuentes de financiación alternativas— cuya finalidad es apoyar medidas de mitigación y adaptación para hacer frente al cambio climático.

Entre 2000 y 2021, el apoyo financiero al desarrollo relacionado con el clima que se destinó a los sistemas agroalimentarios ascendió a 183 000 mdd, con más de la mitad de los fondos suministrados después de 2016. Sin embargo, en 2021, las contribuciones se desplomaron a 19 000 mdd, un descenso del 12 por ciento respecto de 2020.

La región que se vio más afectada fue Asia, con una abrupta caída de un 44 por ciento con respecto a 2020. África y Europa experimentaron un ligero aumento del 4 por ciento, mientras que América Latina y el Caribe registraron un modesto incremento del 6 por ciento.

Aunque en términos absolutos ha habido una tendencia general mundial al alza desde 2000, y se han duplicado los fondos asignados de 9000 mdd en 2010 a 19 000 mdd en 2021, la tasa de crecimiento de la financiación para el desarrollo relacionada con el clima destinada a los sistemas agroalimentarios se sitúa muy por debajo de la tasa media de crecimiento del triple o el cuádruple, observada en la financiación para el desarrollo relacionada con el clima en general.

La financiación para el desarrollo relacionada con el clima destinada al sector del transporte, por ejemplo, casi se ha cuadruplicado en el mismo período.

En un contexto de empeoramiento de los efectos climáticos y de avance lento en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la adopción de prácticas sostenibles en los sistemas agroalimentarios —producción, distribución y consumo— puede ayudar a los países a adaptarse, crear resiliencia y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria y protegiendo la biodiversidad.

“El potencial único que tienen los sistemas agroalimentarios para combatir la crisis climática solo podrá desarrollarse ampliando las inversiones en soluciones y medidas para los sistemas agroalimentarios. La tendencia decreciente de las inversiones tanto en agroalimentación como en adaptación representa una oportunidad perdida para dotar a los agricultores de todo el mundo de los conocimientos y las tecnologías e innovaciones que son tan necesarias para mejorar su resiliencia y su adaptación frente a los efectos del cambio climático”, señaló Maria Helena Semedo, directora general adjunta de la FAO.

La agricultura es uno de los sectores con una mayor necesidad de financiación para la adaptación a efectos de poder poner en práctica las contribuciones determinadas a nivel nacional (o planes climáticos nacionales), pero la financiación climática para la adaptación también está en una tendencia descendente.

El informe menciona que, según un análisis reciente de la Iniciativa de Política Climática, solo el 4 por ciento de la financiación climática mundial se destinó a los sistemas agroalimentarios entre 2019 y 2020. Para transformar los sistemas agroalimentarios y alcanzar no solo los objetivos de la acción por el clima, sino también todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los países tendrían que movilizar unos 680 000 mdd anuales hasta 2030.

Fotografía: FAO

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