Celebración oficial del Día mundial del Medio Ambiente
Mientras funcionarios ven logros, sector ambientalista critica la destrucción de ecosistemas y alerta sobre un futuro inviable
César Angulo
CHIHUAHUA.- México se encuentra en los primeros lugares en el mundo en cuanto a áreas naturales protegidas, sin embargo la degradación ambiental afecta a los bosques, selvas y mares nacionales. Ayer 5 de junio el presidente Vicente Fox y el titular de la Semarnat, José Luis Luege Tamargo, encabezaron la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, decretado por las Naciones Unidas en 1972.
En el marco del desierto de Chihuahua, y con el tema “Desiertos y desertificación, ¡no abandonemos los desiertos¡”, Luege Tamargo destacó que éstos son ecosistemas de gran importancia biológica, mientras que la desertificación producida principalmente por el cambio de uso de suelo para actividades agropecuarias y desarrollos urbanos conlleva el inevitable empobrecimiento de las comunidades que la padecen.
Informó que en el país hay 93 millones de hectáreas de suelos con diversos niveles de degradación, y resaltó que en la actual administración federal se han decretado 31 nuevas áreas naturales protegidas, con lo que suman 158 en total, dando 20.1 millones de hectáreas con algún tipo de decreto de protección de sus ecosistemas.
El funcionario hizo un recuento de los logros a favor del medio ambiente entre los que destacó la creación de 6,869 Unidades de Manejo y Aprovechamiento de Vida Silvestre, programas especiales de protección y conservación de especies como la tortuga marina, jaguar, águila real, berrendo, lobo mexicano, tapir, manatí y cóndor de California.
El futuro económico del país, concluyó, depende de que el desarrollo se haga de una manera sustentable, ya que sólo así se podrá heredar un patrimonio natural a las generaciones futuras.
El presidente Fox sostuvo que el cuidado del medio ambiente es estratégico para el país, en el acto en el que entregó los premios al Mérito Ecológico a las personas e instituciones que en el último año destacaron por sus esfuerzos relacionados con la protección de la biodiversidad, la investigación, educación ambiental, la sustentabilidad y el trabajo comunitario.
En la categoría individual fue galardonada Bárbara Mackinnon por su trabajo en la protección de las aves de Yucatán; del sector académico se premió a la doctora Blanca Elena Jiménez por su trabajo en la investigación del tratamiento y reuso del agua; por el sector educativo el premio se le otorgó a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí por sus actividades de docencia, investigación y capacitación en temas ambientales.
En el sector empresarial se galardonó a la empresa Flor de Catemaco por el manejo agroforestal de la palma camedor; por el sector social fue distinguido el Grupo para Promover la Educación y el Desarrollo Sustentable por su trabajo de 20 años en zonas rurales en donde ha emprendido proyectos que impulsan la autosuficiencia y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
Señalan devastación ambiental
En los días anteriores a la celebración oficial, grupos ambientalistas, entre ellos Greenpeace, refirieron que la degradación ambiental representa un serio peligro para la viabilidad como país al poner en riesgo los recursos naturales que sustentan la producción de los bienes económicos.
El saldo de la administración foxista, de acuerdo con el sector ambiental, ha sido de una visión a corto plazo que no ha mostrado un interés en proteger los recursos naturales.
La clase política, declaró el líder ecologista Alejandro Calvillo, no tiene el menor interés en proteger el medio ambiente y esto es tanto para el actual gobierno como para quien resulte triunfador en las elecciones del 2 de julio.
Por su parte el director de la División de Estudios Sociales de la Universidad Iberoamericana, Alejandro Guevara, sostuvo que en tanto que los pobres dependen más de los recursos naturales, son precisamente ellos quienes más padecen la destrucción del medio ambiente.
De acuerdo con un reporte presentado por el sector ambientalista, México pierde cada año el equivalente a 10 por ciento del Producto Interno Bruto debido al deterioro ambiental, es decir, cerca de 754 mil millones de pesos.
En cuanto a los bosques, el documento establece que cada año se pierden más de 600 mil hectáreas, y alerta que a este ritmo de deforestación, en 50 años ya no habrá zonas boscosas.
Los bosques y selvas en México brindaron servicios por 136,770 millones de pesos en el año 2000, cifra que superó 6.5 veces el ingreso por extracción comercial de madera y fue casi 70 veces el presupuesto asignado al sector forestal en 2005; además de que dos tercios del agua que se consume en México son capturados en los bosques.
En tanto, los manglares desaparecen a un ritmo de 22 mil hectáreas por año, lo que significa una pérdida de 4,400 millones de dólares, dado los importantes servicios que prestan como son la amortiguación de huracanes, su función de barrera contra la erosión, y de áreas de desove y crianza de hasta un 70 por ciento de las especies pesqueras de interés comercial.
