La falta de cloración en el agua provoca que más de 17 millones de mexicanos estén expuestos a enfermedades gastrointestinales como fiebre tifoidea, paratifoidea, salmonelosis o rotavirus, entre otras.
En 2004, reporta un informe de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), se atendieron en los servicios de salud del país a casi 4 millones de personas que sufrieron infecciones gastrointestinales asociadas al consumo de agua.
Asimismo, señala que todavía hay 408 municipios del país que presentan baja eficiencia de cloración. Entre los estados que destacan están: Chiapas, Guerrero, estado de México, Michoacán, Veracruz y Oaxaca.
Para las autoridades de protección sanitaria la desinfección del agua y su vigilancia sanitaria tienen como objetivo reducir la incidencia de las enfermedades «hídricas», las cuales se originan en el consumo de agua contaminada con agentes biológicos potencialmente patógenos.
Mientras que una población cuente con agua de calidad bacteriológica adecuada habrá menos casos de enfermedades gastrointestinales y se evitarán decesos. Prueba de ello, advierten, son las tasas de mortalidad por enfermedades diarreicas en menores de cinco años, las cuales han descendido conforme se incrementa la cobertura de agua entubada y clorada.
La Comisión Federal de Protección reconoce que es necesario que se mejoren los sistemas de abastecimiento que todavía presentan deficiencias en el suministro de agua de calidad bacteriológica.
Subraya que las acciones se deben centrar en la población que actualmente no tiene un sistema formal de abastecimiento, y que por ende corre más riesgo de adquirir una enfermedad por consumir agua no clorada.
Durante su participación en el Cuarto Foro Ciudadano de la Salud convocado por la Secretaría de Salud (Ssa) y la Cofepris, Javier Manrique Guzmán, director de Regulación Sanitaria de Querétaro, afirmó que la falta de cloración en el agua es ocasionada por diversos factores, entre ellos una mayor sensibilización de los presidentes municipales y la ineficiente cloración en los sistemas formales.
Basado en datos de la Cofepris, el funcionario informó que de los 106 millones de habitantes que hay en el país, 89.3 millones cuentan con agua entubada, lo que representa 84 por ciento con este servicio.
De esta cifra, explicó el director de Regulación Sanitaria de Querétaro, 9.7 millones la obtienen en pozos, ríos, lagos o arroyos; 4.6 millones deben acarrear el líquido desde tomas públicas, y 1.7 millones de personas la reciben de pipas.
Esta situación, advirtió el funcionario, genera importantes implicaciones en la salud pública, al ser factores de riesgo para desarrollar enfermedades gastrointestinales.
Fuente: El Universal
