Usuarios de las redes sociales llaman a la protesta; expertos dicen que la Reforma Energética es sinónimo de privatización
Alejandra Crail
México, D.F.— Este lunes el presidente Enrique Peña Nieto presentó la iniciativa de Reforma Energética, con ella “el petróleo y demás hidrocarburos continuarán como patrimonio exclusivo de la nación”, garantizó.
Asimismo, aseguró que tanto Petróleos Mexicanos (Pemex) como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) permanecerán como empresas ciento por ciento mexicanas: “Pemex y CFE de ninguna manera, y aquí lo afirmo categóricamente, no se venden ni se privatizan”.
Mediante un mensaje a la nación que el presidente ofreció ayer por la noche, anunció que los artículos 27 y 28 de la Constitución mexicana serán modificados y que el proyecto ya fue enviado al Senado de la República para su posterior análisis.
“México se encuentra ante una oportunidad histórica para transformar y elevar la calidad de vida de los mexicanos”, “con esta reforma las familias sentirán los beneficios económicos del crecimiento que México desde hace un tiempo no experimenta, así como una generación de más empleos”, enfatizó.
En este sentido, Peña Nieto manifestó su confianza en que el crecimiento vendrá de la extracción de petróleo y gas shale que se encuentran en los yacimientos de aguas profundas.
Según la propuesta de Peña Nieto, lo que busca la Reforma Energética “es que el Artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que el ex presidente Lázaro Cárdenas dejó por escrito, palabra por palabra”; sin embargo, expertos coinciden en que la reforma, tanto a este artículo como al 28 constitucionales se refiere, sólo confirma que se va a privatizar el sector energético nacional, con lo que se tendrá un retroceso histórico de 75 años.
En un artículo publicado en la página web del periódico La Jornada, resalta el testimonio del ex presidente de la Comisión de Energía, Sergio Benito Osorio, quien aseguró que en el caso de la energía eléctrica la apertura de un mercado de generadores ayudará a desmembrar a la CFE; en el sector petrolero advirtió que, en el caso de los contratos de utilidad compartida, significa ceder una buena parte de la renta petrolera a empresas privadas.
De acuerdo con el texto, Ángel de la Vega Navarro, investigador de la UNAM, indicó que es necesario conocer los detalles de los contratos de utilidad compartida para saber el porqué es necesaria una modificación constitucional.
Sin embargo, los lineamientos que se han establecido en el documento que presentó el presidente aseguran que la Reforma Energética bajará los precios de la luz y del gas, se crearán medio millón de empleos adicionales en este sexenio y dos millones y medio más al 2025. En el caso de la industria petrolera, EPN promete que “volverá a ser un motor de crecimiento económico de México”, pues, dice, detonará inversiones en nuevas áreas.
En este sentido, José Luis Apodaca, actual consultor de la CFE, recordó la privatización del gas natural en Monterrey; el precio inicial, rememoró, era de 0.32 pesos por metro cúbico y 15 años después el precio se ha multiplicado por 11 (3.49 pesos) más el cargo por servicio de dos pesos adicionales, convirtiéndolo en el gas natural más caro del mundo.
Reaccionan en las redes sociales
Después del anuncio presidencial las redes sociales explotaron. Mediante el hashtag #VendanPEMEX diversos usuarios acusaron al gobierno federal de lucrar con los bienes de la nación, incluso circuló una imagen del general Lázaro Cárdenas bajo la leyenda de su autoría: “Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona la patria”.
Otra acusa de contradictorias las declaraciones del presidente: “A los mexicanos nos dice que Pemex está quebrado y no es rentable; a los extranjeros, que es una de las empresas más rentables del mundo.”
El usuario @Patancomoyosolo, por ejemplo, escribió: “En la compra de su paraestatal le obsequiamos sus 20kms de playa en reserva ecológica. #VendanPEMEX”.
En otros mensajes se hace alusión a “la defensa de nuestros recursos” y se invita a la población a organizarse para protestar en contra de la propuesta presidencial.
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