Energía

Financial Times: México abre su sector energético

Empresas como ExxonMobil y Royal Dutch Shell son las principales invitadas a terminar con el monopolio petrolero estatal

Los planes para cambiar la Constitución mexicana y abrir el sector energético del país a los inversionistas extranjeros por primera vez en 75 años, fueron puestos en marcha por el presidente Enrique Peña Nieto, en una medida que podría generar miles de millones de dólares de inversión de las grandes petroleras luchando por encontrar nuevos recursos en otros lugares.

Su propuesta para aflojar el control de la energía mexicana de Pemex, el monopolio petrolero estatal, y abrir la participación de empresas como ExxonMobil y Royal Dutch Shell, es potencialmente la mayor reforma del país desde la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994.

Peña Nieto dijo que tratará de cambiar el Artículo 27 de la Constitución, que actualmente prohíbe a las compañías privadas extraer reservas y celebrar contratos de reparto de utilidades, y el Artículo 28, que limita la energía mexicana sólo a las instituciones estatales. México cuenta con reservas estimadas en 115 mil millones de barriles equivalentes de petróleo, comparable a Kuwait.

Poco más de la mitad de sus reservas son no-convencionales, como el gas de esquisto, y Pemex estima que con la inversión y la tecnología adecuada cerca de 27 mil millones de barriles de crudo en aguas profundas podrían añadirse a las reservas probadas del país.

Todas las etapas de la cadena de energía de México —desde la producción y refinación hasta la distribución— han sido la propiedad legal del pueblo mexicano desde 1938, cuando el presidente Lázaro Cárdenas expropió los campos de empresas de Estados Unidos y el Reino Unido y cambió la Constitución mexicana.

A pesar de que la expropiación es un motivo de orgullo nacionalista que se celebra cada 18 de marzo, la carga que Pemex enfrenta de ser una fuente principal de ingresos del gobierno —ya que proporciona un tercio de los ingresos del gobierno— ha llevado a años de inversión insuficiente. Pemex, con ingresos de 100 mil millones de dólares, es el séptimo mayor productor de petróleo del mundo, pero la producción se ha reducido en una cuarta parte, a menos de 2.6 millones de barriles de petróleo diarios, en los últimos diez años.

Peña Nieto sostuvo que la reforma podría revertir este declive, y “proporcionar energía más barata para todos los mexicanos”.

El Partido de la Revolución Democrática ha dicho que no apoyará la reforma constitucional, pero el partido gobernante, el Revolucionario Institucional, y el conservador Partido Acción Nacional, que el mes pasado dio a conocer su propia propuesta energética más ambiciosa, tienen los votos suficientes entre ellos para asegurar la mayoría de dos tercios necesarios en el Senado y en el Congreso para aprobar la reforma.

Fuente: El Financiero

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