Desarrollo Urbano

Países Bajos y su modelo de movilidad sostenible para el siglo XXI

  • Este modelo amigable con el ambiente también ha permitido contar con una disminución de las vibraciones que provienen del sonido, esto te hace sentir mejor cuando caminas

Teorema Ambiental/Redacción

Países Bajos es una región del mundo que ya se encuentra plenamente en el siglo XXI: canales limpios, cero residuos en las calles, bicicletas y peatones en vez de automóviles y un transporte público espectacular y, sobre todo, limpio.

Un buen ejemplo se encuentra en la ciudad de Maastricht, al sur del país. Allí, los autobuses son eléctricos, lo cual además reduce el ruido en las calles, salvo el que hacen multitud de ciclistas. El proyecto de transporte sostenible está a cargo de la empresa Arriva, que tiene presencia en 14 países europeos y que desde 2010 inició la transición hacia las cero emisiones netas en 2010 y, en la actualidad tiene 157 autobuses eléctricos circulando en el país.

De acuerdo con Arjam Wiering, jefe de concesiones de la compañía Arriva en la provincia de Limburg, “numerosos países vienen a ver qué hemos estado haciendo y a conocer nuestras experiencias para que puedan aplicarlas más rápido y con más éxito”.

El funcionario señala que este modelo amigable con el ambiente también ha permitido contar con una disminución de las vibraciones que provienen del sonido que “te hace sentir mejor cuando caminas o vives cerca de las rutas de autobuses llenas de gente”.

Además, la población ya disfruta de una mayor calidad de oxígeno de la ciudad, principalmente “en las zonas concurridas como la estación de autobuses, donde obviamente hay muchos movimientos al día”.

¿Qué implica contar con una red de transporte eléctrico en una ciudad?

Sin embargo, esta transición no es sencilla, ya que la empresa tuvo que “inventar la red de recarga, en lugares que sean adecuados para la gente que vive allí”.

Otro inconveniente, fue que se necesitan más autobuses para circular la misma cantidad de kilómetros que con una red de autobuses a combustible, por el tiempo que se tienen que recargar (que puede ser de hasta seis horas para una carga completa) y también la complejidad del mantenimiento porque estos vehículos eléctricos son aún “bastante nuevos y no sabemos cuál será su rendimiento dentro de unos años”, señaló el vocero de la empresa.

Aunque ya desarrollaron un cargador de alta velocidad, que termina en poco más de una hora y permite una autonomía de unos 180 kilómetros con la carga completa.

Pero eso no es todo, el proyecto de transporte sustentable en Países Bajos busca alcanzar las cero emisiones, tan pronto como en 2025. Para ello, el gobierno nacional y los operadores firmaron un acuerdo para sustituir la totalidad de la flota en los próximos meses con vehículos que sean cien por ciento libres de emisiones y que incluso incluyen vehículos que funcionen con hidrógeno, la tecnología más avanzada de combustible verde.

El proyecto comenzó a operar en las provincias de Noord-Brabante y Limburg, que funcionaron como experimento para extender el sistema al resto del país, gracias a que sus empresas regionales de transporte público ya funcionan con una flota de vehículos eléctricos y de hidrógeno.

La intención es que para ese año, todos los autobuses deben ser totalmente libres de emisiones, pero deben alimentarse de energía generada de forma sostenible, ya sea mediante paneles solares o bien aerogeneradores para producir energía eólica.

La implementación en estas dos ciudades “está mostrando que los autobuses no contaminantes son una inversión inteligente para el medioambiente y la economía. Tendremos ciudades más limpias y las emisiones de gases de efecto invernadero que son perjudiciales para el medioambiente se reducirán”, señaló Sharon Dijksma, alcaldesa de Utecht.

Consulta el artículo completo en nuestra ediciónnoviembre-diciembre de Teorema Ambiental

Fotografía: Arriva

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