- Las plantas cultivadas en estos viveros han permitido revegetar distintos espacios de la Ciudad de México con más de 44 millones de árboles, arbustos y cubresuelos
Teorema Ambiental/Redacción
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México destaca que con el incremento anual de plantas en los viveros Nezahualcóyotl, Yecapixtla y San Luis Tlaxialtemalco, que pasó de poco más de 300 000 ejemplares en 2018 a más de diez millones en 2022, se ha permitido aumentar el área verde por habitante de 14.5 m2 a 19.4 m2.
El número de especies nativas producidas aumentó de 20 a 80 en los viveros para las zonas urbanas (Nezahualcóyotl y Yecapixtla) y de cuatro a 53 en el vivero que suministra plantas al suelo de conservación (San Luis Tlaxialtemalco).
Las plantas cultivadas en estos viveros han permitido revegetar distintos espacios de la Ciudad de México con más de 44 millones de árboles, arbustos y cubresuelos, de 2019 a la fecha. En su mayoría se ha apostado por especies nativas que atraen a polinizadores como las mariposas, abejas, murciélagos y colibríes, entre otras, fortaleciendo los procesos de polinización que son la base del sistema alimentario. Esta revegetación también ha contribuido a la restauración de los bosques.
Los viveros son de gran importancia porque permiten reducir el periodo que lleva la misma naturaleza en repoblarse y acelerar esa regeneración produciendo la planta y llevándola a sitios de plantación para que realicen su función dentro de las áreas verdes.
Durante cinco años, se han diseñado y ejecutado acciones para mejorar la calidad de los suelos y la atención de las áreas verdes mediante la aplicación de técnicas para el control de plagas y enfermedades, y así garantizar la supervivencia de las plantas y su consolidación como parte de ecosistemas más saludables, además del desarrollo de estudios para enriquecer las técnicas de manejo de la vegetación de la ciudad.
La Sedema reitera su compromiso con la ciudadanía para garantizar su derecho a un medioambiente sano y continuará trabajando para preservar los viveros de la ciudad y seguir generando condiciones de bienestar para las personas y la biodiversidad.
Fotografía: Sedema
