En la ciudad de México, quienes buscan un vehículo con el mejor rendimiento de la gasolina sólo pueden aspirar a comprar una unidad que les dará 17 kilómetros por litro y en los próximos años tal eficacia automotriz será igual.
En la Unión Europea, la mitad del parque en circulación son autos con nuevas tecnologías diesel que ofrecen rendimientos de 40 kilómetros por litro, mientras que en Japón, la tercera parte de los vehículos tienen motores híbridos, eléctricos y de diesel, que rinden hasta 60 kilómetros por litro.
Para 2012, por norma obligatoria, los ensambladores tendrán que ofrecer a los consumidores de esos países vehículos con rendimientos superiores.
«En México, carecemos de una norma que introduzca ese tipo de metas y si permanecemos sin regulación, vamos a mantener un retraso que nos costará mayor consumo de combustible, más contaminantes y más pérdida de tiempo en congestionamientos», expuso el especialista del Centro Molina, Rodolfo Lacy.
Sin una norma, agregó, en el Valle de México persistirá la tendencia, semejante a la estadounidense, de renovar el parque vehicular con camionetas de lujo, con un rendimiento de 12 kilómetros por litro, que, por su gran tamaño, son inadecuadas para circular en un espacio vial cada vez más restringido.
Expertos de International Council on Clean Transportation, Energy and Transportation Technologies y del Centro Molina realizaron un taller para presentar a autoridades gubernamentales un estudio con las medidas para conseguir que los consumidores de autos nuevos, 200 mil cada año en el Valle de México, tengan la posibilidad de adquirir unidades con mejores rendimientos.
Al escuchar las conclusiones del reporte, el presidente del Instituto Nacional de Ecología, Adrián Fernández, reconoció que desde 1991, cuando dejaron de exigirse los promedios de rendimiento por empresa, el gobierno no actualizó la norma.
«Plantearemos a nuestros colegas del gobierno federal y de la Comisión Ambiental Metropolitana, en el Valle de México, la urgente necesidad de retomar la regulación», precisó Fernández.
En vez de una política para inducir a las compañías automotrices a comercializar automóviles compactos de gasolina, con nuevas tecnologías diesel y los híbridos, fueron abiertas las puertas a las camionetas «chocolate», altamente contaminantes, admitió el presidente del INE.
Katherine Bloomberg, de International Council on Clean Transportation, planteó que en la Unión Europea y en Japón los impuestos a propietarios de autos nuevos se definen por el rendimiento de combustible y la contribución a los gases con efecto invernadero, causantes del cambio climático.
«En París, los vehículos de lujo con bajo rendimiento no pueden circular en algunas calles, o en California —estado que representa la excepción en Estados Unidos, pues el rendimiento promedio es incluso más bajo que en México— los autos híbridos pueden utilizar los carriles destinados a vehículos con más de dos pasajeros», apuntó Bloomberg.
En la ciudad de México, el parque de 3.5 millones de unidades, crece a una tasa de 10 por ciento anual, en tanto que en el país, los 16 millones de autos aumentan a un ritmo anual de 6 por ciento, concluyó Rodolfo Lacy.
Fuente: Reforma
