El automóvil es la principal causa concreta de la degradación social y ambiental de las ciudades. Su mitificación como objeto de estatus ha creado una gran irracionalidad en la movilidad urbana, la economía y la política nacional, aseguró Miguel Valencia Mulkay, miembro de la Red de Ecologista Autónoma de la Cuenca de México. leer más
Sara Antonio
En el marco de la conferencia “El auto frente a la ciudad: Impacto social, ambiental y energético”, Miguel Valencia afirmó que la urbanización de las ciudades está diseñada en virtud del automóvil, con calles más anchas que aumentan el uso de suelo dedicado para este medio de transporte.
“En los Ángeles, California, ciudad cinco veces más grande que la ciudad de México, se dedica 60 por ciento de la superficie urbana para el uso de los autos, mientras que los nuevos desarrollos urbanos en México le dedican un 35 por ciento del territorio, pero si se toma en cuenta el área dedicada a estacionamientos, talleres, lavados de autos, fabricas de producción y empresas dedicadas a la venta de coches, la superficie se incrementa hasta en 45 por ciento”, detalló.
El daño al ambiente que ocasiona el automóvil no se desprende de la superficie que se le destina en sí, sino de la fragmentación de los ecosistemas derivada de las infraestructuras de transporte. Miguel Valencia expresó que “las carreteras destruyen las rutas de los animales, del agua y son responsables de la desaparición de mamíferos silvestres únicos”.
En México, el cacomixtle tiene una de las más altas tasas de mortalidad por atropellamiento en el asfalto. En Estados Unidos, se estima que diariamente mueren atropellados en las carreteras cerca de un millón de animales y en España la cifra es de 10 millones de vertebrados muertos al año.
Por otra parte, muchos de los pueblos son destruidos por la política de vialidades, los ejes viales no sólo entorpecen el libre paso de los peatones, sino que también dividen las colonias y en muchas ocasiones se atenta contra la cultura, al quitar árboles milenarios, construcciones antiguas, estatuas, o parques, para su construcción, enfatizó el ecologista.
Por otra parte Miguel Valencia informó que las estadísticas en el mundo concuerdan en que la causa número uno de muerte violenta de las personas es el accidente de tránsito.
En nuestro país mueren 12 mil personas al año por accidentes de transito y tan sólo en la ciudad de México, fallecen por esta misma causa cerca de 1,200 personas anualmente.
El conferencista comentó que esta situación es una “guerra de baja intensidad”, pues señaló que en Estados Unidos mueren 80 mil personas al año debido a accidentes de tránsito, mientras que en toda la guerra de Vietnam murieron 70 mil personas, de ahí que se le dé ese término.
“No todos motorizados”
El automóvil, además de ser el responsable de 80 por ciento del monóxido de carbono de la ciudad; de 30 por ciento de las emisiones de gases efecto invernadero y de generar contaminación por ruido en más de 70 por ciento del espacio urbano, es un privilegio que fomenta la discriminación social y disminuye la calidad de vida. Cifras mencionadas en la conferencia, señalan que cerca de 50 por ciento de los varones entre 25 y 45 años son conductores en el país, mientras que más de 80 por ciento de las mujeres en México no tienen licencia de manejo y más de 90 por ciento carecen de auto propio.
En la ciudad de México, el tiempo promedio que se le dedica al transporte excede las 3.40 horas diarias, mientras que los tiempos promedio diarios aumentan cada año entre 2 y 4 por ciento.
“El tiempo que se le dedica al transporte cotidiano es el peor tiempo de nuestra vida: no descansamos, no es placentero, no ganamos dinero, es un tiempo aniquilante y embrutecedor, es tiempo perdido para nuestra vida”, aseguró Miguel Valencia.
El número de automóviles crece anualmente entre 7 y 10 por ciento, en la actualidad existen de manera global 1,200 millones de automóviles. Pero se espera que con la entrada de China en la producción de automóviles más baratos el panorama empeore; “en 10 años la cosa estará tan grave que por necesidad se tendrá que controlar el uso del automóvil”, aseguró Miguel Valencia.
Al término de su conferencia concedida en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, el miembro de la Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México, expresó que la destrucción social y ambiental causada por el uso del automóvil es inconmensurable, “lo que hemos perdido y vamos a perder en calidad de vida y riqueza natural es una verdadera tragedia nacional y universal que afectará a muchas generaciones venideras”.
Fuente: Teorema
