Los motivos no son únicamente estéticos: la capital francesa pretende reducir en un 75% sus emisiones de gases de efecto invernadero
París.— París se está reinventando. El pasado noviembre, la alcaldesa, Anne Hidalgo, inauguró un concurso para que reconocidos arquitectos presentasen proyectos con los que impulsar París hacia el futuro.
Guiados con tales premisas, más de 800 proyectos respondieron a la llamada del concurso, que será fallado por un jurado en invierno del año que viene.
En este contexto de espíritu renovador y ecológico, se presenta el proyecto “Paris Smart City 2050”, del arquitecto Vincent Callebaut.
Eso es lo que promete el proyecto que el arquitecto belga, ganador de varios premios internacionales, presentó a las autoridades parisinas junto al equipo de ingenieros de la firma Setec Bâtiment.
Estos diseños imitarían a una estructura realizada con bambú; torres inteligentes con viviendas ecológicas que se mezclan con edificios que atrapan las partículas contaminantes y otros capaces de realizar la fotosíntesis.
A continuación, algunos de los diseños:
Torres anti esmog
Su función es combatir el esmog, esa niebla mezclada con humo y partículas en suspensión propias de la contaminación de las grandes ciudades. El estudio promete que lo atraparán gracias a su “su estructura de dióxido de titanio”.
El proyecto de Callebaut recibió el asesoramiento técnico de una firma de ingenieros.
Torre de fotosíntesis
La Torre Montparnasse, un gigantesco rascacielos que critican muchos parisinos por su impacto en el centro de la ciudad, sería sustituida por un gigantesco jardín vertical capaz de realizar la fotosíntesis y producir biocombustible, según el estudio.
La torre producirá biocombustible.
Granjas en altura
Algunas de las edificaciones proyectadas están diseñadas con forma de flora de bambú o de panal de abeja, y responden a un concepto de granjas en altura junto a viviendas que permitirían a sus habitantes emprender su propia producción agrícola.
Puentes que producen energía
Según el diseño, estos puentes futuristas producirán energía eléctrica mediante unas turbinas de viento cuyas hélices se complementarán con unas turbinas hidroeléctricas que usarían la energía cinética del río Sena.
Para concluir el estudio del arquitecto Vincent Callebaut afirma que muchas de las construcciones serán capaces de generar su propia energía.
