Contaminación

Provocan plásticos importantes daños a vida marina y costos financieros millonarios

La ONU recomienda a las empresas medir y controlar su consumo de plástico

Nairobi.— Los plásticos provocan un daño financiero de 13 mil millones de dólares a los ecosistemas marinos al año, además de que representan una seria amenaza para la vida marina, según dos informes dados a conocer durante la apertura de la primera Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA).

La Valoración de los Plásticos, informe apoyado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), revela que el costo de capital natural del uso de plástico en la industria de bienes de consumo es de 75 mil millones de dólares al año, calculado como el impacto negativo de la contaminación al ecosistema marino o la contaminación del aire causada por la quema de plásticos.

El informe señala que más del 30 por ciento del costo de capital natural se debe a las emisiones de la extracción de materias primas y procesamiento. Sin embargo, dice que la contaminación del entorno marino representa el mayor costo y que probablemente la cifra de 13 mil millones de dólares sea una estimación a la baja.

“Los plásticos juegan indudablemente un papel crucial en la vida moderna pero los impactos medioambientales del modo en que los usamos no pueden ser ignorados”, dijo Achim Steiner, subsecretario general de las Naciones Unidas y director ejecutivo del PNUMA.

“Estos informes muestran que reducir, reciclar y rediseñar los productos que emplean plásticos puede traer múltiples beneficios para la economía verde: reducir el daño económico a los ecosistemas marinos y a la industria del turismo y la pesca —vital para muchos países en desarrollo— además de suponer un ahorro y oportunidades para la innovación de compañías al mismo tiempo que se reducen riesgos reputacionales.”

Una gran cantidad de plásticos acaban en el océano en forma de basura, procedentes de vertederos mal gestionados, actividades turísticas y pesca. Algunos de estos materiales se hunden en el océano, mientras que otros flotan y pueden recorrer grandes distancias —debido a las corrientes marinas— contaminando litorales y acumulándose en zonas en el océano.

También existe preocupación por la contaminación química, la expansión de especies invasivas a través de fragmentos de plásticos y el daño económico a las industrias de la pesca y el turismo en muchos países, equipamientos de pesca y contaminando playas, por ejemplo.

Desde 2011, cuando el Anuario del PNUMA examinó por última vez los desechos plásticos en el océano, ha crecido la preocupación acerca de los microplásticos (partículas de hasta 5 mm de diámetro, manufacturados o creados con fragmentos plásticos). Se ha visto que éstos han sido ingeridos por organismos marinos incluyendo aves marinas, peces, mejillones, lombrices y zooplancton.

Se han descubierto multitud de microplásticos en las comunidades de microbios del Atlántico del Norte. Esta “plasticoesfera” puede facilitar el transporte de múltiples microbios, patógenos y especies de algas.

Los microplásticos también han sido identificados como una amenaza para organismos más grandes, como la ballena franca del norte, que está potencialmente expuesta por su alimentación.

Algunas recomendaciones del informe para una acción más profunda son:

Las compañías deberían controlar el uso de plástico y publicar sus resultados en sus informes anuales.

Asimismo, comprometerse a reducir el impacto medioambiental de plásticos por medio de objetivos y metas claros e innovar para aumentar la eficiencia del uso de plásticos y reciclaje.

Debería haber una mayor cantidad de campañas de sensibilización para evitar los desechos plásticos y que éstos lleguen al océano.

Ya está disponible una aplicación que permite a los consumidores saber si un producto contiene microperlas y está expandiéndose internacionalmente. Puede descargarse en http://get.beatthemicrobead.org/

Ya que las partículas de plástico pueden ingerirse a través de organismos marinos y potencialmente acumularse y liberar toxinas a través de los alimentos, debería haber un esfuerzo para aumentar el conocimiento y entender mejor la capacidad de varios plásticos para absorber y transferir químicos tóxicos y bioacumulables.

“La valoración del capital natural tiene el poder de ayudar a las organizaciones a entender sus impactos medioambientales, incluyendo la contaminación del océano”, dijo Richard Mattison, jefe ejecutivo de Trucost.

“Poniendo un valor financiero a los impactos de los desechos plásticos, las compañías pueden ser más efectivas en la gestión medioambiental de sus negocios. Destacando el ahorro que se deriva de reusar y reciclar, poniendo las bases de buenas prácticas para la mejora proactiva de la sostenibilidad”, puntualizó Mattison.

Fuente: Unep

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