Después de décadas en que la bahía de Acapulco ha recibido las aguas negras de la ciudad, ahora los políticos prometen obras para frenar la polución
ACAPULCO, GRO. (MÉXICO)— A mediados de 2007 se generó una situación de insolvencia en la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), que puso en riesgo el suministro del líquido y las condiciones de sanidad del municipio, además que lesionaba seriamente la actividad turística.
Se hicieron varios intentos para bajar recursos federales y sanear al organismo paramunicipal, pero también fue evidente la necesidad de llevar a cabo varias obras para garantizar el saneamiento integral de la bahía.
En agosto de 2008 al participar en la reunión de seguimiento del Programa de Saneamiento Integral de la Bahía de Acapulco, el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, recalcó que el tema requería de acciones concertadas y consistentes para recuperar el principal atractivo de ese destino turístico.
Por su parte el gobierno de España se solidarizó con Acapulco y anunció una aportación de 35 millones de dólares para el saneamiento de la bahía, aclarando que el apoyo es a fondo perdido y no está relacionado con los recursos federales etiquetados para el saneamiento en el municipio, sino que son complementarios.
El 2 de enero del año en curso, el gobierno del estado propició la firma de un convenio entre la Comisión Nacional del Agua, CAPASEG y CAPAMA por 75 millones 550 mil pesos que se destinarían a obras como la rehabilitación, adecuación, construcción y cambio del proceso básico físico químico a biológico secundario de la planta de tratamiento de Aguas Blancas.
El acuerdo también incluye la rehabilitación de colectores y ampliación de cobertura en las atarjeas de la zona de influencia de esa planta, la introducción de drenaje sanitario en partes altas del anfiteatro para evitar la contaminación de arroyos, canales pluviales y la bahía, además de la construcción de una red de colectores y atarjeas en Renacimiento.
Fuente: EFE
