Las partículas de polvo contenían concreto y plomo proveniente de las computadoras y mercurio de los focos del WTC
Nueva York (EU).— Una década después de los atentados de la red Al Qaeda a las Torres Gemelas la nube tóxica de polvo que se desprendió continúa afectando la salud de los neoyorquinos.
De acuerdo con cifras oficiales proporcionadas por el gobierno de Estados Unidos, alrededor de 18 mil personas siguen siendo tratadas por problemas de salud, principalmente por enfermedades respiratorias, vinculadas a la nube de partículas.
Según los expertos, el polvo contenía, entre otras cosas, concreto, plomo de computadoras y mercurio de los focos.
La cifra de pacientes fue publicada por el gobierno estadounidense como parte de un programa para dar seguimiento y tratamiento a los trabajadores de rescate, voluntarios y residentes locales durante el 11-S.
Las enfermedades comúnmente tratadas son problemas respiratorios, como asma y sinusitis, pero también se ha informado de trastornos musculares e intestinales.
El polvo que voló por los vecindarios cercanos a las Torres Gemelas contenía un peligroso conjunto de partículas altamente alcalinas provenientes del concreto pulverizado, además de que pudo contener asbesto y metales pesados como plomo, mercurio de los dos edificios de 110 pisos que fueron destruidos.
El programa de Salud del World Trade Center tiene un registro de 60 mil 270 personas vulnerables o en riesgo de desarrollar trastornos por la inhalación del polvo.
De éstas, 18 mil 462 personas están recibiendo un tratamiento médico. “no hay duda de que miles de personas que acudieron al WTC han desarrollado enfermedades crónicas y discapacidades como resultado de su terrible exposición”, aseguraron responsables del programa WTC.
Ante el temor de hallar nuevos casos y perder vidas humanas, el gobierno estableció un programa de compensación para los sobrevivientes.
Fuente: El Universal
